BAGDAD, 20 de febrero (PL).—
La violencia presente en Iraq desde que fue agredido en marzo de
2003 por Estados Unidos y Gran Bretaña, cobró hoy al menos 19
vidas, por acciones con artefactos explosivos.
En esta jornada y por la misma causa
cayó otro militar norteamericano en la ciudad de Kerbala, al sur de
esta capital.
El sangriento ataque tuvo como
escenario al distrito de Kadhimiya, en el centro de la capital
iraquí, donde un atacante suicida subió a un autobús y se inmoló
con su carga y mató al menos a 12 personas, de acuerdo con un
reporte preliminar del Ministerio del Interior.
En la ciudad de Mosul, norte de Iraq,
una bomba puesta dentro de un restaurante mató a cuatro civiles y
un policía, según fuerzas de seguridad.
Por otra parte, otro artefacto
deflagró cerca del Ayuntamiento en el sudeste de Bagdad, donde
perecieron dos personas y otras 11 resultaron heridas.
De acuerdo con el Comando Central de
las tropas estadounidenses en Iraq, un ingenio explosivo estalló al
paso de una patrulla estadounidense en el distrito de Djadual al
Gharbi, y mató al soldado e hirió a otros tres.
Según un reporte del sitio Web Iraq
Coalition Casualty Count, sobre la base de datos suministrados por
el Departamento de Defensa (Pentágono), la cifra de soldados de
Estados Unidos muertos asciende a dos mil 274 y los heridos a 18 mil
745, en estos casi tres años.
Mientras tanto, se informó este
lunes que un comando rebelde a bordo de 15 vehículos asaltó con
armas ligeras y lanza cohetes una caravana de camiones que
trasportaban materiales de construcción para los invasores que
edifican una nueva base en territorio iraquí.
La información sólo se refiere a
muertos y heridos del personal que conducía el convoy sin
especificar cifras e indica que seis camiones fueron destruidos y
otros tres quedaron averiados.