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Asiste Fidel a presentación del libro Operación Cóndor. Pacto criminal
Pedro
de la Hoz
pedro.hg@granma.cip.cu
El
auditorio que anoche, encabezado por el Comandante en Jefe Fidel
Castro, asistió a la presentación del libro Operación Cóndor.
Pacto criminal, de la argentina Stella Calloni, compartió con
la autora la necesidad de defender la dignidad y la justicia ante la
amenaza de perpetuar a lo largo del mundo el terror y la guerra
proferida por el actual presidente norteamericano.
Para esta periodista e
investigadora, que ha consagrado más de una década a develar los
entresijos de la transnacional de la muerte urdida de conjunto por
autoridades y agencias de Estados Unidos, los cuerpos represivos de
las dictaduras de los setenta en el Cono Sur y la mafia anticubana,
el acto de ayer cobró un enorme simbolismo, por realizarse de cara
a las banderas negras tachonadas por estrellas blancas, enarboladas
frente a la Oficina de Intereses de EE.UU., que recuerdan a las
víctimas cubanas del terrorismo ejercido, alentado y protegido por
la misma "mano que meció la cuna" de la barbarie en América Latina
en esos años.
En coloquio conducido
por su colega Arleen Rodríguez Derivet, y seguido atentamente por
familiares de los Cinco cubanos luchadores antiterroristas,
intelectuales y editores invitados a la XV Feria Internacional del
Libro y cientos de jóvenes, la Calloni explicó cómo el libro ha
ido creciendo a partir del hallazgo en 1992 de los llamados Archivos
del Horror en Paraguay, por el ex preso político Martín Almada.
Desde entonces, la investigación ha tomado cuerpo con rigor,
constancia, minuciosidad y fidelidad a la verdad histórica,
armándose de pruebas irrefutables, imprescindibles para que se haga
justicia y cese la impunidad.
"Con
este libro —afirmó la periodista— no quise hacer literatura ni
conseguir estrellato, sino cumplir con la memoria". La vigencia de
sus páginas se revela en la continuidad de la perversidad del
Cóndor en la práctica global de la administración de George W.
Bush: las torturas de Abu Ghraib, las cárceles secretas, los
traslados clandestinos de prisioneros reiteran los métodos de
entonces.
Stella anticipó
próximas revelaciones que apuntan a la implicación de los agentes
de Cóndor en las muertes de los presidentes Omar Torrijos, de
Panamá, y Jaime Roldós, de Ecuador, en 1981 —"considerados
molestos al imperio y las dictaduras en documentos secretos
investigados"—, y posiblemente en la del premier sueco Olof
Palme, en 1986.
La velada fue matizada
por las canciones combativas y retadoras de los trovadores Santiago
Feliú y Gerardo Alfonso, y el rock insurgente del argentino
Federico Bonasso, quien contó con el respaldo de músicos de la
banda Habana Ensemble. |