WASHINGTON, 15 de febrero (PL).—
La Cámara de Representantes de Estados Unidos puso hoy en manos del
Senado el destino final de una ley que limita el efectivo donado por
personas jurídicas a comités nacionales demócratas y
republicanos.
Los parlamentarios aprobaron
restringir las sumas del llamado dinero blando, también llamado
donaciones indirectas, que van a parar a arcas colectivas de las
juntas partidistas para financiar campañas de promoción de sus
candidatos.
Estimadas en millones de dólares,
las donaciones de dinero blando, en opinión de críticos, actúan
en favor de los contribuyentes, quienes de esta manera compran
influencias entre las facciones políticas.
Estas enormes contribuciones son, a
los ojos de muchos estadounidenses, solo dinero dilapidado en
grandes proporciones, y esto tiene que cambiar, comentó ante
reporteros Richard Gephardt, ex líder demócrata en la cámara
baja.
Observadores apuntaron que el actual
partido de gobierno (republicano) es visto como la organización de
los opulentos, al que las grandes transnacionales y los más ricos
empresarios se afilian en busca de prebendas políticas.
El año pasado el Senado aprobó una
ley similar, pero con un lenguaje tan diferente al de la Cámara de
Representantes que la mayoría de los congresistas teme
irreconciliables ambas versiones.
Para que se produzca un arreglo,
ambos partidos deben reunirse por separado y adoptar una posición
que satisfaga a la mayoría de sus integrantes.
De vencer todos los obstáculos, la
resolución entraría en efecto a partir de noviembre próximo,
apuntaron observadores, quienes adelantaron que muchos políticos
estadounidenses aprovecharán ese tiempo para abultar sus cuentas.