Conductora de la presa Máximo, una realidad
Enrique
Atiénzar Rivero
CAMAGÜEY.—La puesta
en marcha de la nueva conductora de la Presa Máximo, de 18
kilómetros de longitud, y de la estación de bombeo, con capacidad
de 550 litros por segundo, mejorará la distribución de agua en la
ciudad de Camagüey.
Potentes máquinas están colocadas en la estación de bombeo.
El año pasado por esta
fecha los principales acuatorios descendieron a niveles mínimos y
algunos colapsaron. De 1 200 litros por segundo, hubo que reducir
las entregas por tubería en un 70%. Ello obligó a utilizar más de
250 equipos, entre tractores y camiones cisternas, establecer 15
tomas de abasto para medios automotores y 20 puntos para el
suministro directo a la población.
Esta medida, respaldada
con recursos financieros y materiales por los Organismos de la
Administración Central del Estado, no bastó, y fueron construidos
miles de pozos. Muchos de ellos con medios propios, bajo control y
regulación de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico y de los
puestos de mando que se crearon.
Los camagüeyanos, que
en el peor momento de la adversidad climática (mayo del 2005)
tenían apenas agua embalsada, enfrentaron una sequía que se
mantiene.
Otros territorios del
país, excepto Las Tunas y Holguín, reportaban, en cambio,
considerables precipitaciones y aumentaron el volumen represado
sobre el 85 y el 90%. Aquí en Camagüey, de las 52 presas, más de
30 estaban por debajo del 40% de sus capacidades.
Con una estrategia de
mayor alcance se proyectó y edificó el complejo hidráulico
Máximo, obra que demandó un riguroso estudio de los especialistas
de la Empresa de Proyectos de Recursos Hidráulicos. Vendría
después la integración de todas las fuerzas responsables con la
ejecución de este programa.
Al terminar la
inversión, a un costo de 16 millones de pesos (más del 25% en
moneda libremente convertible) debe reconocerse el esfuerzo de los
integrantes del Contingente Cuito Cuanavale, de la Empresa
Constructora del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Entre ellos aparecen el
ejecutor Omar Pantoja junto a José Carlos Borja y Maikel Tesol,
operadores estos últimos de las máquinas de termofusión,
tecnología aplicada para soldar los tubos de polietileno de alta
densidad. También el ingeniero Octavio Quesada, que garantizó el
nivel ideal de la terraza, donde se asienta la estación, y los
miembros de la Brigada 7 de la Empresa de Obras de Ingeniería
número 15, quienes asumieron la ejecución civil y mecánica.
El 22 de noviembre
pasado se probó el sistema completo, lo cual permitió corregir
detalles y mantener hoy, sin mayores contratiempos, un adecuado
flujo de agua.
La posibilidad de
bombear tres veces más agua (en relación con igual fecha del 2005)
justifica el respiro de los agramontinos, aunque lo más importante
es mantener la conciencia del ahorro y reforzar los trabajos de
supresión de salideros, causa por la cual se escapa aún alrededor
de un 40% del agua bombeada en el trazado de las redes de
distribución.
Los técnicos opinaron
que dada la altitud de la cota donde se construyó la estación, era
imprescindible colocar una tubería de hierro.
Laboriosidad, ingenio y
talento de nuestro capital humano se unieron para que la conductora
de la Máximo se haya convertido en realidad en corto tiempo. |