LONDRES, 26 de enero (PL).—
El ejército estadounidense se encuentra al límite de sus
posibilidades para enfrentar a la resistencia en Iraq, bajo
ocupación anglo-norteamericana, afirma un informe del ex oficial
Andrew Krepinevich, citado hoy por el diario The Guardian.
El ex militar, quien elaboró el
reporte por recomendación del Pentágono, considera que la
capacidad de respuesta de las tropas estadounidenses desplegadas en
el país árabe está a punto de cruzar la "línea verde"
permitida.
Para Krepinevich, del Centro de
Evaluación Estratégica y Presupuestaria —un tanque pensante, con
sede Washington—, sin un cambio sustancial en el despliegue de sus
fuerzas en Iraq, el Pentágono se arriesga a un colapso de sus
posibilidades militares.
Además, el ex oficial opina que sin
una estrategia clara para enfrentar el conflicto en la nación del
golfo Pérsico, agredida en marzo de 2003 por Estados Unidos y Gran
Bretaña, será imposible encontrar una salida positiva a esa
crisis.
Recientes encuestas, citadas aquí
por medios de prensa británicos, destacan que 70% de los
norteamericanos se pronuncia contra la guerra en el estado árabe,
donde murieron casi 2 400 uniformados del país norteño,
desde marzo del 2003.
Sin embargo, el secretario
norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld, trató de minimizar las
revelaciones del referido informe, al afirmar que las fuerzas armadas
de su país cuentan con 1 millón 400 000 efectivos, de los cuales solo 130
000 están en Iraq.
Pero el reporte de Krepinevich
destaca que 70% de los uniformados previstos para ser
desplegados el próximo año en la nación del golfo Pérsico
retornará allí por tercera ocasión.
En su informe, el general retirado
afirma que esa rotación tan seguida de tropas en ese convulso país
puede llevar a los uniformados a estimar que la carrera militar es
demasiado arriesgada y ardua para ellos y muy difícil de llevar
para sus familiares.
Por otro lado, políticos
demócratas, incluida la ex secretaria de Estado Madeleine Albright
y el ex jefe del Pentágono William Perry, denunciaron que poner a las
tropas norteamericanas bajo fuerte presión puede tener
consecuencias negativas a largo plazo.
Ese grupo, el cual también integra
el senador demócrata Jack Reed, consideró como necesario el incremento
en 30 000 hombres de las fuerzas preparadas para el despliegue en el
exterior.
Al mismo tiempo, destacó que la
actual política de envío de grandes fuerzas del ejército a otros
países, como el caso de Iraq y Afganistán, puede aumentar la
vulnerabilidad de la seguridad en territorio continental
estadounidense.
Las revelaciones del ex oficial se
conocen después de que el presidente estadounidense, George W.
Bush, se vio forzado a anunciar la sustitución de las tropas de su
país por las del ejército del gobierno iraquí, impuesto por los
ocupantes.
Washington y Londres invadieron a
Bagdad sin el consentimiento del Consejo de Seguridad de la ONU y
bajo el pretexto de incautar allí armas de destrucción masiva, las
cuales nunca aparecieron.