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Cindy Sheehan, la Madre Coraje
Comparto mi dolor con todas las madres
víctimas del imperio
PEDRO DE LA HOZ
Enviado especial de Granma
pedro.hg@granma.cip.cu
CARACAS.—"No
hay la menor diferencia entre mi dolor y el de una madre iraquí, u
otra que haya perdido a su hijo o hija por causa del hambre, la
miseria, la falta de atención médica en los países empobrecidos y
saqueados. Comparto mi dolor con todas las madres víctimas de las
políticas del imperio".
Cindy Sheehan parece una
llama viva. Desde hace meses se ha convertido en una Madre Coraje
real a los ojos del mundo. Admirable la manera en que esta mujer
rubia, pálida, de suaves maneras, nunca antes envuelta en asuntos
públicos, ha denunciado sistemáticamente la guerra del Gobierno de
su país contra Iraq, donde murió su hijo Casey.
Ahora en Caracas es una
de las más prominentes figuras que participa en el Foro Social
Mundial. Joel Suárez, del Centro Martin Luther King, de La Habana,
abre a Granma la posibilidad de un breve encuentro con la
Sheehan.
Sobresale que utilice la
palabra "imperio" para referirse al Gobierno norteamericano. "Los
imperios —explica—, siempre han existido; lamentablemente
nosotros hemos perfeccionado el concepto con este modo enloquecido
de perseguir la hegemonía mundial a cualquier costo".
Lo que comenzó siendo
una muestra de dolor individual ha pasado a ser no solo un símbolo,
sino una perspectiva de enfrentamiento a las bases mismas del
sistema. Cindy lo argumenta así:
"Para
mí la paz y la justicia tienen que ir juntas. Espero que la
ocupación de Iraq cese lo más pronto posible, pero eso no es
suficiente. Necesitamos que predomine en el mundo una filosofía de
la paz, que no hayan más aventuras bélicas, pero para eso también
debe existir un mundo más justo, donde las riquezas sean
distribuidas equitativamente, donde se respete la dignidad humana,
un mundo en el que el hombre sea realmente humano y venza los
atavismos raciales, y religiosos".
"Yo
sé —aclara— que son metas muy altas, pero no renunciaré a
ellas. Es como puedo honrar a mi hijo muerto".
Le pido un comentario
sobre la situación de la base naval de Guantánamo, campo de
concentración en pleno siglo XXI.
"Es
una vergüenza que en esta época exista algo semejante. Allí no se
respetan los más mínimos derechos humanos. Hemos sabido con pavor
que no solo esas prácticas atroces se llevan a cabo en ese
territorio que Estados Unidos ocupa en la Isla sin contar con la
anuencia del pueblo cubano. Me estremeció la noticia de que los
militares de mi país hayan ocultado las estaciones de tortura
implantadas en otros países aliados del imperio".
Un colega brasileño
tercia en la conversación e introduce un giro sumamente curioso:
indagar sobre la opinión de la Sheehan acerca de Condoleezza Rice e
Hillary Clinton, si acaso han sido solidarias con las pérdidas de
las madres norteamericanas.
"No
creo que esas mujeres —afirma— tengan instintos maternales, ni
siquiera instintos verdaderamente humanos. Yo les digo mujeres entre
comillas. La Rice está convencida de que la guerra de Iraq está
bien hecha y que se debe librar en toda su intensidad ante el
creciente movimiento de la resistencia. La Clinton quiere resolver
el problema enviando más soldados, exponiendo a la muerte tanto a
nosotras como a las madres iraquíes. Ambas mujeres no tienen que
ver en lo absoluto con el sentimiento común de la mayoría de las
madres norteamericanas".
¿Por qué Cindy está
aquí, en un foro tan plural como el que se desarrolla en Caracas?
"Este
es un tipo de evento en el que se intercambian muchas ideas y se
promueven las mejores. Opino que hablar de nuestro movimiento, de
las luchas que llevamos a cabo, posee un valor extraordinario en los
oídos de los jóvenes."
Cindy medita la
respuesta un rato más hasta remachar:
"Se
trata, a fin de cuentas, de que ninguna madre más pierda a un hijo
suyo por los caprichos deun gobernante". |