WASHINGTON, 17 de enero (PL).—
El gobierno del presidente George W. Bush se negó hoy a mostrar
arrepentimiento ante las secuelas del ataque aéreo realizado por un
avión estadounidense contra una aldea en Pakistán, donde mató a
casi una veintena de personas.
"Ustedes conocen nuestros
anteriores comentarios sobre cuestiones de esta naturaleza",
declaró en forma evasiva el vocero de la Casa Blanca, Scott
McClellan, ante una pregunta de un reportero sobre la postura de
Washington sobre el fallido bombardeo.
El ataque estaba aparentemente
dirigido contra el número dos de la organización Al Qaeda, Ayman
al-Zawahiri. Sin embargo, el resultado de la operación fue de 18
civiles muertos.
Según reportes, un avión sin piloto
Predator, de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), penetró sin
permiso en el espacio aéreo de Pakistán el viernes último y
lanzó una lluvia de misiles contra el poblado Damadola.
Funcionarios en Islamabad dijeron que
la CIA había bombardeado la zona por error y que el segundo de Al
Qaeda no estaba en la aldea cuando ocurrió el ataque.
La acción generó la protesta de
miles de pakistaníes, quienes este fin de semana en multitudinarias
marchas quemaron banderas estadounidenses y demandaron la retirada
de las fuerzas norteamericanas de Afganistán.
Sólo en la urbe portuaria de
Karachi, unas 10 mil personas participaron en las manifestaciones.
Otras concentraciones tuvieron lugar en Islamabad, Lahore, Multan y
Peshawar, entre otras ciudades.
El Ministerio de Relaciones
Exteriores pakistaní convocó al embajador de Estados Unidos, Ryan
Crocker, y le entregó una protesta formal por dicho incidente.