Temas beisboleros

¿Emergentes?.. muy pocos efectivos

SIGFREDO BARROS
sigfredo.bs@granma.cip.cu 

No se sabe a ciencia cierta si la utilización de jugadores sustitutos nació con los primeros pasos de este deporte, allá por los albores del siglo XIX. Lo que sí es irrefutable es que un deporte tan complicado tácticamente y tan propenso a las lesiones necesita de hombres capaces de reemplazar a otros, ya sea al campo o a la ofensiva.

Foto: RICARDO LÓPEZAlejandro Regueira.

La historia del béisbol —en todas las latitudes—, está llena de nombres de peloteros suplentes que, en un momento clave del juego, han sido capaces de cambiar la decoración y contribuir eficazmente a la victoria de su equipo, con un batazo oportuno o con un engarce clave. Un ejemplo: la sensacional atrapada de Edmundo Amorós en el séptimo choque de la Serie Mundial de 1955.

Pero este trabajo está dedicado al análisis de los bateadores emergentes en la presente Serie Nacional en sus primeros 45 partidos, equivalentes a la mitad del campeonato. La tabla estadística que les presento hoy refleja el comportamiento de los emergentes de cada uno de los 16 equipos en seis categorías ofensivas.

A simple vista —sin siquiera profundizar—, resulta obvio que, al menos en esta primera parte del torneo, los jugadores utilizados en función de emergentes han bateado por debajo de los 250 de average, lo cual equivale a menos de un jit cada cuatro veces al bate, y un slugging inferior a los 350, también demasiado bajo.

Es cierto que no es fácil pararse en el home para enfrentar en los innings finales de un juego a un lanzador que ha dominado a la tanda regular. Pongo otro ejemplo; el turno al bate de Javier Méndez en los Juegos Olímpicos de Sydney, en el noveno capítulo, ante Ben Sheets, quien había colgado ocho ceros con relativa facilidad.

Pero tampoco es menos cierto que los jugadores sustitutos de un equipo están obligados a concentrarse en lo que sucede en el terreno, conscientes de que en cualquier momento pueden ser llamados a empuñar por un compañero. La falta de concentración de la atención es —en mi modesta opinión—, el motivo principal de la poca efectividad de los emergentes en nuestro béisbol.

No resulta ocioso analizar, aunque sea brevemente, cómo utilizan los mentores cubanos a sus emergentes. Al avileño Onecio de León, al parecer, no le hacen mucha falta, pues es el de menos cantidad de sustitutos utilizados, solo 14 veces oficiales al bate. El reverso de la medalla es Juan Padilla, con 52, pero existe una gran diferencia entre la ofensiva de los Tigres (305) y la de los Guerreros (243).

Individualmente sobresalen unos pocos. El industrialista Alejandro Regueira acumula cinco impulsadas, con 3 jits en 10 turnos y el villaclareño Leonis Martín seis, mientras un tunero, Jorge Antonio Jonson, promedia 600, de 5-3, con un cuadrangular y dos remolques. Son ellos una muestra de que se puede ser útil en la siempre difícil función de emergente.

 

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