Premio de Diseño Eduardo Muñoz Bachs

Lúcidas anticipaciones

Virginia Alberdi Benítez

Al decidir el jurado, constituido por la Asociación de Artistas Plásticos de la UNEAC, conceder el Premio Eduardo Muñoz Bachs, concebido para estimular la obra de toda una vida en el campo del diseño, a José Gómez Fresquet (Frémez), se hizo plena justicia a uno de los creadores más innovadores y certeros en un área en la que Cuba ha aportado altísimos desempeños profesionales desde la segunda mitad del siglo pasado.

Audacia y síntesis: cualidades del grafismo de Frémez. 

Frémez vivió así una prolongación de una temporada de lauros que lo gratificó hace apenas unas semanas con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2005, que llamó la atención sobre la importancia de la obra de un diseñador en la producción visual cubana en general. En este nuevo merecimiento quedó particularizada la dimensión de un quehacer que ha marcado significativas anticipaciones en el cartel, las publicaciones, la publicidad, la refuncionalización de espacios públicos (recuérdese la memorable exposición Del Tercer Mundo a fines de los sesenta) y la utilización de técnicas y códigos del diseño para la concepción de obras artísticas autónomas.

Esta es la segunda vez que la UNEAC concede este premio que honra la memoria de uno de los grandes diseñadores cubanos de todos los tiempos: Muñoz Bachs. La primera entrega recayó en el siempre recordado Alfredo Rostgaard.

 

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