Cerca de siete mil campesinos de la
oriental provincia de Holguín tienen vinculados sus cultivos a los
programas de cosechas agroecológicas, procedimiento que se extiende
con éxito en la agricultura cubana.
Ello equivale a que más del 30 por
ciento de los productores individuales del territorio atiendan sus
sembradíos mediante la aplicación de fertilizantes orgánicos,
como parte del proyecto nacional por una agricultura cada vez más
sana y protegida.
El movimiento agroecológico en la
provincia de Holguín, tercera de Cuba con mayor número de
campesinos dedicados a la producción de viandas, granos y
hortalizas, comenzó hace apenas tres años por un reducido número
de productores en el municipio de Gibara.
Las vías de cultivar las tierras sin
emplear medios químicos pronto se extendió al grueso de las más
de 400 cooperativas agropecuarias de la provincia, colectivos que
aportan más del 60 por ciento de los renglones agrícolas que
consume anualmente la población holguinera.
El fertilizante utilizado en este
caso se obtiene por los propios campesinos en sus áreas de cultivo,
fundamentalmente a partir de residuos de cosechas y de humus de
lombriz. (AIN)