PANAMÁ, 13 de enero (PL).—
Como en un diálogo de sordos, el gobierno panameño se esfuerza hoy
por demostrar la validez de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con
Estados Unidos, mientras se amplia un frente común que reprueba
cada vez más el eventual pacto.
Las noticias más recientes, que
inusitadamente llegan en altas horas de la noche, señalan que la
delegación gubernamental que negocia en Washington el TLC se siente
optimista con la receptividad norteamericana a sus nuevas
propuestas.
De acuerdo con fuentes oficiales, los
ministros de Comercio e Industria, Alejandro Ferrer, y el recién
nombrado Guillermo Salazar, de Desarrollo Agropecuario (Mida),
lograron conciliar intereses con representantes del sector ganadero
del Istmo.
Integrantes de la Asociación
Nacional de Ganaderos (Anagan) y también del agro dijeron que se
mantendrán hasta el final de las pláticas, que terminan hoy en la
capital estadounidense, presumiblemente con la firma del TLC.
Sin embargo, la tormenta que desató
la renuncia el martes pasado del hasta entonces ministro Laurentino
Cortizo, a la que siguió la de otro alto funcionario, Santos
Sanjur, ambos del Mida, está lejos de ahogarse en el vaso de agua
que muchos quisieran.
El Consejo Nacional de Trabajadores
Organizados (Conato) de Panamá exigió la víspera a la
administración de Martín Torrijos que suspenda el TLC con Estados
Unidos, ante críticas de que se pretende relajar las normas
sanitarias en beneficio de sus productos.
Como bola de nieve rodante, las
razones expuestas por Cortizo en su carta de dimisión parecen
dimensionarse con el transcurso de los días, no obstante los
esfuerzos del propio mandatario por convencer a la opinión pública
de que sólo se llegaría a la rúbrica de un TLC justo y
beneficioso.
La coordinadora de Conato y
secretaria general de la Central Nacional de Trabajadores de Panamá
(CNTP), Norma Cano, se adelantó a los acontecimientos y advirtió
que iniciarán una lucha legal en la Asamblea Nacional para evitar
que se ratifique el TLC caso de sellarse en Washington.
En duros términos, la dirigente se
preguntó "hasta cuándo Panamá será colonia de Estados
Unidos" y comentó que "nos los quitamos de encima (con
los tratados del Canal Torrijos-Carter de 1977) y ahora los traemos
con un TLC".
Conato se sumó a los anuncios de
manifestaciones del Frente Nacional en Defensa de los Derechos
Económicos y Sociales (Frenadeso) y la Organización Nacional
Agropecuaria (Onagro).
Los intentos de mantener en
Washington una delegación homogénea, defendiendo intereses
similares a favor de acuerdos satisfactorios, se vieron
ensombrecidos por la decisión.
La partida de tres de los 13
dirigentes gremiales panameños se produjo en la misma jornada en
que los negociadores panameños esperaban cerrar un trato ayer.
También varios miembros de Anagan anunciaron su retiro de la mesa
adjunta que asesora a los negociadores.