La fuerza y la sonrisa
Ortelio
González Martínez
deportes@granma.cip.cu
CIEGO
DE ÁVILA.—Yakelyn Plutín Tizón tiene la magia de la palabra.
Está hecha de un material especial, a base de fortaleza física y
sonrisa perenne.
Seleccionada como la
deportista cubana de mejores resultados en disciplinas colectivas en
el 2005, la morena del poblado de Orlando González, en el municipio
avileño de Majagua, es de esas personas que siempre busca las
raíces.
Tal vez por esa razón,
cuando puede, regresa a los orígenes, un lugar de pocas opciones
recreativas, donde la práctica del baloncesto es casi una rara
avis.
"Me
inicié en el atletismo. Después jugué voleibol. No sé cómo
llegué al básquet si en mi pueblo no se practica, ni me gustaba."
El intercambio se
produce durante uno de los reconocimientos que la Dirección
Provincial de Deportes realizó a quienes se distinguieron dentro y
fuera del país. Ella no se oculta para expresar: "Estoy muy feliz
por el premio. No lo esperaba. Tampoco pensé que me eligieran.
Pienso que la voleibolista Zoila Barros, la otra nominada, también
pudo ser".
Plutín siempre tiene
una llamita por dentro. Por eso, desde estas letras impresas, pide
confianza a los seguidores de su deporte: "Nuestro equipo está bien
ranqueado en el mundo. Y en cualquier momento damos una sorpresa.
Jugamos bien el Torneo de las Américas y clasificamos para el
Campeonato Mundial de Brasil, en septiembre próximo.
"También,
en octubre del pasado año, alcanzamos el tercer escaño en la II
Liga Mundial de Clubes. En ambos torneos resulté la mejor jugadora,
algo que llegó cuando menos lo esperaba. Incluso, hubo un momento
en que pensé que el equipo no necesitaba de mi esfuerzo.
"En
la primera vuelta de esta competencia estuve mal. Pensé que no
estaba respondiendo a la confianza depositada en mí. No me sentía
bien ni anímica ni físicamente. Por momentos, el cansancio se
apoderaba de mi cuerpo. Quería, pero no podía".
Relativamente pequeña
(1.87 metros de estatura) para su posición de pivot central y no
muy buenos movimientos, a decir de ella, acompaña el éxito en la
cancha con la agresividad en el juego. Quizás, de ahí, el epíteto
de la Locomotora de Majagua.
"Entrego
el alma en cada partido. No me gusta verme por la televisión. Me
veo rara, torpe. Me molesto cuando algo sale mal y pienso en el
contacto físico, en el duelo individual con quien te gardee. Si lo
ganas, tienes una parte del éxito."
Describe con placer una
de las más importantes competencias en que ha participado durante
los ocho años en el equipo nacional: "Los Juegos Panamericanos de
Winnipeg, en 1999, cuando derrotamos a las norteamericanas y
alcanzamos el título. Desde 1979 —el año en que nací—, no
vencíamos en ningún torneo a ese nivel".
Además del desarrollo
de ese deporte en la rama femenina en Cuba, Yakelyn destaca que en
el éxito personal mucho tuvieron que ver sus primeros entrenadores:
Moisés Bravo, Omar García y Rogelio del Sol, al igual que los del
equipo nacional y, más reciente, su inserción en la Liga de Clubes
en Rusia, en la que participan gran parte de las mejores jugadoras
del mundo. "Este año pienso volver. Juego en el Spartak de Moscú".
Quién sabe, Yakelyn
pudo ser, tal vez, buena corredora, o voleibolista, pero de lo que
sí estoy seguro es que es una morena de armas tomar y no es fácil
detenerla. ¿O no la han visto en la cancha de juego? |