Joel Jover
Lennon por 8
TONI
PIÑERA
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 Cuando
un creador toma la decisión de mostrar una obra acabada nos está
lanzando un desafío. En el caso de Joel Jover esta apasionante
aventura estética comenzó hace ya muchos años. La poética de este
original creador (Nuevitas, Camagüey, 1953) no es la repetición
constante de una alargada afición plástica, sino una cadena del
hacer que de alguna manera pone de manifiesto la otra evolución de su
pensamiento artístico y social, su diálogo silente con los espacios
y circunstancias vividas y las evidentes modificaciones de apariencias
generadas por sus nuevos descubrimientos y revelaciones visuales.
El artista no se ha
quedado constreñido a los límites físicos y sicológicos de su
Camagüey natal. Desde allí ha logrado siempre mirar al mundo y ser,
lo que se dice, una pupila abierta a lo universal. Recientemente
entregó su homenaje a alguien que admiró y admira con la muestra 8
Lennon.
Integrada por ocho piezas
halló abrigo en un lugar que, contrariamente a lo que su adjetivo
indica, ha sido alta tribuna donde se ha expuesto en estos últimos
años el quehacer de importantes creadores nuestros: la galería
Pequeño Espacio, ubicada en el Consejo Nacional de las Artes
Plásticas (calle 3ra., entre 12 y 14, Miramar).
Estos Lennon nos inquietan
por los diversos recursos utilizados para componerlos, sin abandonar
los caminos anteriores, y planteando una propuesta estética cargada
de profundidad. No cabe duda de que su creación brota de adentro
hacia fuera con un impulso vital que le imprime una gran autenticidad.
Esa que va dejando como huellas en cada uno de los Lennon que nos van
sorprendiendo al paso por la muestra, ya sea rodeado de escarabajos y
flores, que habla de la pertenencia a Los Beatles, o con el edificio
Dakota como fondo —lugar donde fuera asesinado—..., porque cada
pieza nos remite a su vida o a su obra, de manera original, donde
sobresalen las texturas, los tonos y el collage que inunda su obra
actual. El propio trabajo de experimentación, la búsqueda de nuevos
procedimientos técnicos para expresar ideas, le han obligado a
profundizar en el contenido de su quehacer plástico. Y esa perenne
inconformidad expresiva le ha permitido ascender por rápidas etapas,
hasta llegar a la óptica fuerte de la actualidad.
J.J. puede situarse entre
quienes de manera muy personal lograron hacer suyos los métodos de
eclecticismo productivo propios de la modernidad. Su obra es bastante
original en el movimiento plástico que nos define, y está aquí, con
fuerza, ineditez, peculiar calado y una tendencia a manejar soluciones
que siempre sorprenderán a las personas visualmente cultas y
sensibles.
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