El astillero sigue en la pelea
Pedro
Mora
Echar barcos reparados al agua rebosa
la alegría de los 289 trabajadores del astillero Andrés Luján
Vázquez, de Manzanillo, pero verlos capturando riquezas para el
pueblo, reconforta su espíritu revolucionario.
La reparación de 28 barcos pesqueros
en los 11 meses transcurridos del 2005 aumenta el júbilo de ellos y
evidencia las potencialidades existentes en esos talleres navales
para retornar a sus mejores tiempos productivos.
El resultado está en correspondencia
con la decisión del colectivo laboral de vencer dificultades y así
mantener activas a naves pertenecientes a las flotas langosteras,
camaroneras y escameras.
El remozamiento incluyó mecánica
naval, restauración de las instalaciones eléctricas, reparación
de cascos y pintura a barcos de ferro cemento o plásticos
pertenecientes a Ciego de Ávila, Camagüey, Granma y Guantánamo.
Cada cuatro años, las embarcaciones
son sometidas inviolablemente a reparaciones capitales con la
finalidad de detener el lógico deterioro y garantizar su eficaz
desempeño en áreas de captura.
Desde la década pasada el astillero
se vio seriamente afectado cuando el país entró en el período
especial, lo cual condujo a un descenso productivo y a la inclusión
de medidas emergentes.
Como alternativas para la etapa
difícil la industria incluyó en su reorientación nuevos
renglones, entre ellos las piezas de plástico reforzado requeridas
en termoeléctricas, la fabricación de vagones refrigerados
destinados a las industrias pesquera, cárnica y láctea, así como
tanques para la transportación de leche.
Consecuencia de la estrategia
adoptada, es la actual tendencia a la reanimación. En ese sentido
resulta alentador el sobrecumplimiento del plan anual de
producción, un mes antes, ascendente a un millón 600 000
pesos en producción mercantil y un millón 500 000 en ventas
totales.
En esa etapa alcanzaron buenos
niveles indicadores como el salario promedio que supera los 340
pesos y los costos por peso de ventas y de producción, después de
dos años de incumplimientos por déficit de materiales y
financiamiento.
Silvia Brull, directora de la
entidad, opina que el 2004 se comportó bien para la industria en
medio de una lucha tenaz por implantar el sistema de gestión de la
calidad y consolidar su condición de centro en perfeccionamiento
empresarial.
La reanimación es altamente
significativa por que la ubicación geográfica de la industria,
tecnología y prestigio conquistado lo comprometen con el desarrollo
pesquero en la zona oriental cubana y el Caribe.
El astillero Andrés Luján Vázquez
fue inaugurado por el Comandante en Jefe el 20 de julio de 1959 y en
1963 fue remodelado. Es por eso que cada barco lanzado al agua
materializa un compromiso de honor con Fidel.