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La Agricultura Urbana se recupera
Texto
y foto Ronald Suárez Rivas
nacionales@granma.cip.cu
PINAR
DEL RÍO.— A 35 días de que los canteros con hortalizas y verduras
fueran prácticamente quemados por los vientos del huracán Wilma,
los organopónicos pinareños se cubren de verde y comienzan a
ampliar la oferta de alimentos frescos para la población.
En visita a varios de
estos centros de la capital provincial, se aprecia el buen
desarrollo de una variada gama de cultivos, y sus trabajadores
aseguran que en diciembre deberán restablecer el suministro de
vegetales y condimentos.
La Agricultura Urbana no
ha estado exenta de los efectos de condiciones climáticas muy
adversas, enfrentadas este año por todas las estructuras del
Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) en el territorio.
Teníamos una estrategia
bien montada para hacer frente al bache que siempre se produce entre
el final del verano y el comienzo del invierno. Regamos semilleros
ininterrumpidamente, y a pesar de las pérdidas por intensas
precipitaciones, cerramos septiembre en condiciones favorables. Pero
en octubre llegó el Wilma, que fue muy dañino. El viento y las
lluvias asociadas a ese huracán batieron los canteros, acabaron con
casi todos los cultivos y erosionaron los sustratos, recuerda René
Somonte, quien atiende la Agricultura Urbana en la delegación
provincial del MINAGRI.
Esta forma de
producción ha demostrado, entre muchas bondades, la capacidad de
reponerse con rapidez ante adversidades naturales.
Más de 350 000
productores, unidades de siete ministerios y los patios de 600 000
familias se vinculan hoy en todo el país al Movimiento de
Agricultura Urbana.
Solo en Pinar del Río
existen 148 hectáreas en organopónicos y 470 agrupadas en huertos
intensivos, de las cuales se extraen casi dos millones de quintales
cada año. |