Avances del MAS marcaron semana
boliviana
La
Paz, 10 de diciembre (PL).—
Más avances del líder indígena Evo Morales hacia una histórica
victoria electoral, destacaron en la semana noticiosa boliviana,
pues dos encuestas lo confirmaron en el primer lugar de las
preferencias ciudadanas.
La semana se abrió con los
resultados de un sondeo de la empresa Ipsos Captura, que asignó a
Morales 32,8 por ciento de apoyo, y confirmó en segundo lugar al ex
presidente neoliberal Jorge Quiroga, con 27,7 por ciento.
La segunda encuesta, realizada con la
modalidad de simulacro de votación y difundida el martes,
corresponde a la empresa Apoyo Opinión y Mercado y arrojó el
resultado de 36 por ciento para Morales y 30 para Quiroga.
Ambos sondeos coincidieron, además,
en que la tendencia del candidato del Movimiento al Socialismo (MAS)
es ascendente, mientras que tiende a bajar el apoyo al heredero
político del ex dictador Hugo Banzer y postulante de Poder
Democrático Social (Podemos).
Para Evo Morales, esos resultados
muestran el fracaso de la llamada guerra sucia electoral que, según
denunció, ejecuta Podemos contra su organización e incluye
mentiras, calumnias y demagogia burda.
Ratificó que no cree en las
encuestas, aunque admitió que las glosadas demuestran una clara
tendencia del electorado en favor de la propuesta del MAS, de cambio
del modelo económico neoliberal y del sistema político
tradicional, excluyente y corrupto.
Vaticinó, además, que ganará las
elecciones del 18 de diciembre con un margen mayor a los
pronósticos y llamó al electorado a consolidar una victoria
histórica, con más de 50 por ciento de los votos, con la cual
accedería directamente a la Presidencia.
Si ningún candidato logra esa
mayoría, el Congreso debe escoger al gobernante entre los dos más
votados, lo que, de acuerdo con Morales, debe evitarse para no
permitir la práctica tradicional de alianzas basadas en el reparto
corrupto del poder estatal.
El líder izquierdista manifestó su
disposición a alianzas políticas y parlamentarias de
gobernabilidad con los partidos de derecha, pero sin condiciones ni
reparto de parcelas de la administración pública.
El MAS, tras haber derrotado —según
diversos analistas— la guerra sucia electoral, pasó por otra
parte a desarrollar una campaña centrada en la exposición de sus
propuestas y su oferta de medidas de beneficio popular.
La campaña izquierdista ha incluido
ofrecimientos de mejorar significativamente los salarios de los más
pobres y restablecer la estabilidad laboral eliminada por la
política neoliberal hace 20 años, además de desarrollar programas
populares de construcción de viviendas.
Al mismo tiempo, ratifica la promesa
estelar del MAS, la nacionalización de los hidrocarburos, la cual
generará los recursos necesarios para mejorar las condiciones de
vida de las mayorías empobrecidas.
Los ataques contra el MAS y su
exitoso candidato continuaron sin tregua y esta semana Quiroga lo
calificó de incapaz de defender sus posiciones, por no haber
asistido a un foro de candidatos organizado por la Confederación de
Empresarios.
Morales, que se niega por
consideraciones éticas y políticas a compartir escenario alguno
con el candidato de Podemos, precisó que prefiere dialogar con el
pueblo sobre su programa de gobierno y afirmó que los ataques
tienen un tufillo racista y discriminador.
Antes nos llamaban salvajes y
animales, ahora nos dicen incapaces, pero quiero decir que no se
necesita estudiar en la universidad (norteamericana) de Harvard para
aprender a respetar y defender los intereses del pueblo, señaló.
Otro intento de Podemos de mellar la
votación de Morales, al acusarlo de pretender cambiar la bandera
boliviana, fue rechazado por el candidato, al considerarlo una
maniobra inútil e ineficaz, motivada por la desesperación de
Quiroga ante su segura derrota.
Por su lado, la campaña electoral
registró brotes aislados de violencia entre seguidores del MAS y
Podemos, el más grave, una verdadera emboscada a una caravana
izquierdista en la oriental región de Santa Cruz, con un saldo de
cuatro heridos.
Además, hubo conflictos sociales por
diversos motivos y expresados en bloqueos de carreteras y otras
protestas, ante lo cual la Iglesia Católica llamó a abandonar las
medidas de presión y crear un clima adecuado para los comicios.
El Parlamento hizo noticia en sus
últimas sesiones, al rechazar la mayoría legislativa heredada del
régimen del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, la
ampliación de un juicio contra este por diversos crímenes.
La decisión fue objeto de repudio
generalizado y contó con el apoyo de parlamentarios enrolados a
Podemos, algo que según el MAS pone en evidencia las afinidades
entre Quiroga y Sánchez de Lozada.