Restringe EE.UU. visitas de la
Cruz Roja a prisioneros
Washington,
10 de diciembre (PL).—
Estados Unidos aún no ha dado acceso a la Cruz Roja Internacional
(CRI) a todos sus detenidos por terrorismo, confirmó hoy un vocero
del Departamento de Estado norteamericano.
John Bellinger, asesor legal del
Departamento de Estado, señaló que actualmente la Cruz Roja no
tiene acceso a todos los prisioneros de Estados Unidos en varias
partes del mundo, reportó el diario Houston Chronicle.
El periódico recordó que desde hace
dos años la CRI ha exhortado a Washington a autorizar la
inspección de todos los reclusos, considerando que las Convenciones
de Ginebra amparan tal gestión supervisora del organismo de
socorro.
Jakob Kellenberger, director de la
Cruz Roja, comentó recientemente que mantenemos un diálogo con la
Casa Blanca con el fin de contactar a todos los detenidos en el
marco de la llamada guerra contra el terrorismo, algo sin
limitaciones geográficas, acotó.
Hemos visitado a presos de Estados
Unidos en Afganistán y en Iraq, pero no sabemos hacia qué otros
sitios los enviados de la CRI deberían encaminarse, comentó
Kellenberger.
Durante una reciente gira por Europa,
la secretaria de Estado Condoleezza Rice no calmó el disgusto de
autoridades por las presuntas actividades ilegales de la Agencia
Central de Inteligencia (CIA), a quien acusan de mantener cárceles
secretas.
Tampoco, según analistas en
Washington, Rice terminó de convencer a dirigentes europeos sobre
la transparencia de las controvertidas actuaciones antiterroristas
de Estados Unidos a nivel global.
La jefa de la diplomacia
estadounidense tuvo que dar explicaciones en todas sus escalas
europeas sobre el presunto trato ilegal a presos de la CIA o acerca
de la existencia de prisiones encubiertas en el llamado Viejo
Continente.
Rice ofreció garantías de que
Washington no tortura a nadie, y si cometemos algún error,
trataremos de rectificarlo, dijo. Empero, observadores apuntan que
sus argumentos no convencieron a los interlocutores.
La ministra norteamericana hizo muy
poco para disipar el escepticismo generalizado en relación con las
ilegalidades atribuidas a la CIA, declaró Jeremy Brecher, analista
político del Institute for Public Accuracy.