Alegría barrio adentro en la Isla de la Juventud

Texto y fotos: Diego Rodríguez Molina

Barrio bien adentro caló la alegría de los pineros con la llegada de 37 colaboradores deportivos de la Isla de la Juventud, que retornan de Venezuela luego de cumplir su misión en apartadas comunidades de esa nación.

En el barrio de José Ángel Rosabal Aguilar, como en otros muchos, el recibimiento popular encendió el júbilo en plena madrugada.

Las altas horas de la noche, ya pasadas las 2 de la madrugada, en nada impidieron encender el júbilo popular, desde el aeropuerto Rafael Cabrera, donde fueron a dar la más calurosa bienvenida familiares, compañeros de labor, amigos y autoridades del Partido, el Gobierno local y la dirección municipal del INDER, hasta las barriadas, engalanadas por los vecinos, quienes le dieron calurosa acogida en nombre de una comunidad orgullosa de estos profesionales y técnicos, que hacen de la solidaridad cotidiana actitud, patrimonio de todos los cubanos y sostén de la integración latinoamericana que toma cuerpo en los programas del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas).

En el aeropuerto fueron recibidos los 37 colaboradores deportivos en medio de lágrimas de alegría, besos, banderas cubanas y venezolanas, abrazos e increíbles anécdotas de los que regresan.

Así lo enfatizó en emocionadas palabras Aracelis Silva en el CDR 3 de la zona 26, en el Consejo Popular Abel Santamaría, en el recibimiento a José Ángel Rosabal Aguilar, más conocido por Pekín entre los que allí lo vieron "crecer, estudiar, hacerse un profesional, escalar el escalón más alto de la especie humana: el internacionalismo, como decía el Che, y fortalecer mucho más su formación revolucionaria".

"La madurez adquirida por los colaboradores se revertirá en mayor calidad de la educación física y el deporte pinero", subrayó Enrique Gómez, máxima autoridad deportiva municipal, en la terminal aérea, en medio de lágrimas de alegría, besos cargados de amor, banderas cubanas y venezolanas agitando la jubilosa multitud, prolongados abrazos, niños fundidos a los pechos de sus madres, padres y hermanos, entre otros familiares, y anécdotas increíbles de los que regresan cargados de vivencias inolvidables y la gratitud de millones.

Y no sólo música, sino también mucho calor humano y hasta rimas tuvieron las espontáneas expresiones de alegría sucedidas en Nueva Gerona y otros poblados, por el regreso a la Patria de varios de sus hijos: "A mi familia llegué y al barrio no defraudé", dijo Pekín con criollo acento a un vecindario que dice "sentir y querer como familia por el gran apoyo que representa".

"Entre las satisfacciones de allá recordaré siempre también —comentó luego— mi labor en escuelas y comunidades de Pedraza, en el estado venezolano de Barinas, donde organicé círculos de abuelos —muy novedoso allá—, clubes de ajedrez y otros deportes y grupos de gimnasia musical aerobia, rehabilité a pacientes, impartí cursos, me sumé al resto de los programas de Barrio Adentro, compartí los sacrificios de su pueblo y fui tutor de estudiantes venezolanos, hoy graduados con excelentes notas, del último año de la Escuela Latinoamericana de Educación Física, con sede en Cuba, durante las prácticas en su país".

 

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