Celima Bernal

Las palabras nuevas, cuando las necesitemos, porque carezcamos de unas adecuadas para designar determinados objetos o procederes, pongamos por caso, no contaminan el lenguaje. La lengua es un animal vivo, aunque muchos pretendan encerrarlo en una jaula, que invariablemente le queda estrecha. Digo: "este vocablo no aparece registrado aún en el D.R.A.E.", no siempre quiero decir que es un disparate. Me preguntan si ha sido aceptado ya, y contesto. Claro está, en muchas ocasiones se trata de un invento de alguien, sin razón. No hay que andar creando voces, ni cambiando formas de construcción gramatical a troche y moche.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Deportes | Cultura |
| Cartas | Comentarios | Ciencia y Tecnología | Lapizcopio| Especiales |

SubirSubir