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Voces de la
resistencia en el hip hop cubano
Michel
Hernández Estudiante de Comunicación Social
cultura@granma.cip.cu
Esta
última semana la cultura hip hop se dividió en dos espacios de la
capital: conciertos de rap en el Anfiteatro de Alamar y el primer
simposio de este arte en la Casa de Cultura de Plaza, organizado por
el Consejo Nacional de Casas de Cultura, y el proyecto de creación
artística La Fabri_K, liderado por Obsesión y Hermanazos.
Los participantes
llegaron desde las más disímiles comunidades del país para
intercambiar sobre sus experiencias en los cuatro elementos del hip
hop: el graffiti, el breakdance, los Mc's, y los DJ's.
El graffiti es un arte
callejero que proviene de los suburbios neoyorquinos de la década
del sesenta, el cual mediante coloridos dibujos sobre las paredes
plasmaba la doctrina emancipadora de las minorías negras y latinas
de Estados Unidos.
Breakdance es la
expresión bailable y la practican los B Boys o bailadores, mientras
los maestros de ceremonias (Mc's) rapean los textos al ritmo de
bases instrumentales grabadas (background) y los DJ's "pinchan" los
discos.
La cultura hip hop
creada en el Bronx por el DJ Afrika Bambataa con un lenguaje radical
y una estética afirmada en los orígenes africanos en contraste a
la hegemonía "blanca" se convirtió en plataforma ideológica de la
ofensiva de los afronorteamericanos contra la segregación racial.
Varios de sus seguidores
se unen a la lucha de Martin Luther King, Malcolm X y a la
organización de Los Panteras Negras (The Black Panthers), la cual
ha ejercido marcada influencia en bandas como Public Enemy y los
extintos Rage Against The Machine.
Todas esas
características fundacionales, más el sentido de cambio social,
esencia de la Revolución cubana, dialogaron en la atmósfera de
fraternidad que por estos días invadió los pasillos y conferencias
por donde se movieron los más fieles seguidores del género.
Entre los talleres de
mayor concurrencia, resaltaron Educación Popular y Hip Hop
comunitario, impartido por Marcel Lueiro y Jesús Figueredo, y el de
Construcción de género conducido por la psicóloga Norma Guillart.
El grupo comunitario BMN
(Bayamo Monumento Nacional) recorrió cientos de kilómetros para
hablarnos de sus proyectos dedicados a la creación de espacios
deportivos, rescate de lugares históricos y trabajos en diferentes
obras sociales de ese municipio granmense.
Otros de los aspectos
traídos al debate en un conversatorio denominado Hip Hop y
Repercusión Social fue la promoción exacerbada del reguetón en
los medios de difusión masiva, en detrimento de textos militantes,
en los que se combate el sexismo y los ánimos consumistas.
Sobre el tema y en un
intervalo de la conferencia, Irak Sáenz, de Doble Filo, comentó a Granma:
"Actualmente los medios, por lo general, impulsan más la música
menos pensante, menos reflexiva. Yo pienso que si estamos hablando
de elevar la cultura de un país, es necesario reevaluar los
escenarios de acción de los medios nacionales. Es hora de que la
gente vea que existen otras alternativas".
Fue una semana donde la
promoción debió ser mayor dada la autenticidad de un creciente
movimiento de hip hop cubano. Sirva, a guisa de ejemplo, lo que dijo
a este redactor el importante músico canadiense de origen haitiano
Robintz Paul: "Yo pienso que el hip hop cubano es muy positivo. No
está infestado del aspecto comercial que tiene el de Estados Unidos
y moviliza ideas muy humanas".
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