Lectores tabacaleros o artesanos de palabras 

Walkiria Figueroa Enríquez
walkiria@granma.cip.cu 

Desde 1865 los lectores de tabaquería tienen importante rol histórico en la difusión de ideas y en el nacimiento de la conciencia de clase de los obreros del sector.

Foto: RAFAEL TORRES ESCOBARUn obrero culto e informado es el mayor orgullo para los lectores tabacaleros.

Por esa vía el tabaquero consiguió destacarse sobre el resto del proletariado cubano, y sirvió a este de guía cuando el movimiento de emancipación comenzaba en Cuba. José Martí los consideró sostenes más sólidos de la causa, y usó las tribunas tabaqueras para pronunciar algunos de sus más elocuentes discursos.

Hubo, y aún hay afortunadamente, excelentes lectores que han prestigiado la lectura transformándola en verdadero arte. Ejemplo de ello es la guantanamera Norma Fonseca, que con más de 30 años de labor asegura que tras cada sesión de trabajo hay muchas horas de autopreparación, sobre todo de las obras de Martí, "autor del cual he leído casi toda su producción literaria y sigue siendo el más solicitado".

Para Yurima Sánchez, Reinier González y Jacinto Oviedo, las novelas de amor son las lecturas más difíciles y los editoriales necesitan de gran dosis de intencionalidad. Francisco Águila, Grisel Valdés y Amarilis Arjona afirman que las mujeres son más atrevidas y sensibles a la hora de leer. Quizás por ello constituyan mayoría en el oficio: 204 de un total de 230 lectores existentes en el país.

Todos coinciden en afirmar que la preparación individual es imprescindible para lograr buena lectura y evitar la "caída" de una chaveta contra el piso en señal de inconformidad ante la mala calidad de lo escuchado.

Por ser la lectura en las tabaquerías una actividad que acumula más de un siglo de experiencia, se ha mantenido su continuidad con mejor preparación de quienes ejercen el oficio. Precisamente ese fue el tema más debatido en el Primer Taller Especializado para Lectores Tabaqueros, realizado en el Museo del Tabaco.

Bernardo Oliva González, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Tabacaleros, valora de muy importante la gestión de los lectores en la difusión de la vida sindical, al convertirse en el medio de comunicación más directo con la mayor parte de los 70 000 afiliados, y su influencia en la calidad y eficiencia en el trabajo, pues ellos transmiten cursos de capacitación y superación a los obreros mientras laboran.

Ese intercambio de ideas, noticias y conocimientos hace del tabaquero un obrero culto y bien informado. Es una característica que enorgullece a estos lectores o artesanos de las palabras, tan exquisita como el aroma que emana del tabaco cubano.

 

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