BAGDAD, 21 de noviembre (PL).—
El Comando Central de las tropas de ocupación norteamericanas en
Iraq anunció hoy una nueva ofensiva para destruir a la resistencia,
la cual ocasionó seis bajas a los invasores en las últimas horas.
En un comunicado del ejército
agresor se informó que el sábado se inició una nueva operación
antirebelde en la localidad de Ramadi, al norte de esta capital.
El objetivo de la maniobra —según
la jefatura— es garantizar la seguridad con vista a los comicios
legislativos previsto a efectuarse el 15 de diciembre próximo.
En la ofensiva participan fuerzas
norteamericanas, entre ellos 300 infantes de marina, y 150 soldados
iraquíes.
Televisoras extranjeras comentaron
que en el año en curso Washington lanzó varias operaciones de gran
envergadura con el objetivo de aniquilar la resistencia, pero en
ninguno de los casos obtuvo los resultados esperados.
Esas acciones ocasionaron la muerte
de civiles, principalmente mujeres, ancianos y niños, debido al uso
de la artillería pesada y la aviación en zonas residenciales.
La víspera el ejército
estadounidense anunció el fin la operación Cortina de Acero en el
oeste de la provincia de Anbar, cerca de la frontera con Siria.
Este lunes, la resistencia ocasionó
otras cinco bajas a las fuerzas norteamericanas de ocupación
destacadas en Iraq, en una acción ocurrida en la localidad de
Jalidiya, al oeste de Bagdad.
El informe también hizo referencia a
que un uniformado asignado a la Fuerza Especial de Bagdad pereció
el domingo en el norte de la capital.
Estados Unidos perdió dos mil 94
efectivos en Iraq desde el inicio de la guerra en marzo de 2003, en
el mismo lapso más de 12 mil fueron lesionados.