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Si Cuba ha podido, todos pueden
Intervención del
viceministro primero de Relaciones Exteriores de la República de
Cuba, compañero Bruno Rodríguez, en la Segunda Conferencia
Internacional de Donantes sobre Paquistán, efectuada en Islamabad,
19 de noviembre de 2005.
Señor Presidente:
Señor Secretario
General:
Señor Primer Ministro:
El
9 de octubre pasado, el Presidente de la República de Cuba Fidel
Castro Ruz envió al Presidente Musharraf sus más sentidas
condolencias y expresiones de solidaridad, acompañadas de un
ofrecimiento de asistencia. El día 12, mediante un mensaje personal
ofreció enviar 200 médicos, de los cuales arribaron 85 en las
siguientes 48 horas. El 17 de octubre, al conocerse mejor la
gravedad de la tragedia y la desesperada situación de decenas de
miles de víctimas, Cuba dispuso el envío de 30 equipos médicos
quirúrgicos para realizar no menos de 20 mil operaciones en 90
días.
Al disponer de nuevos
datos sobre la catástrofe y ante el riesgo de que se produjera una
segunda oleada de muertes debido a posibles epidemias y la inminente
llegada del invierno, el Presidente Fidel Castro propuso, el 20 de
octubre, incrementar el personal médico hasta 800 especialistas, de
los cuales 130 arribaron setenta y dos horas después.
El
26 de octubre, en una Conferencia como esta en Ginebra, Cuba
planteó incrementar dicha cifra de personal médico y enviar 3
hospitales de campaña. Al día siguiente arribaron a Islamabad,
otros 130 médicos y paramédicos cubanos.
El 5 de noviembre, en
una emotiva conversación con el Presidente Musharraf, el Presidente
Fidel Castro elevó a 30 los hospitales de campaña a enviar y la
cifra de médicos a la que demandara la situación.
El personal de salud
cubano arribó con 100 toneladas de medicamentos, instrumental y
material quirúrgico para actuar de manera totalmente autosostenida.
Hemos traído además 150 toneladas de equipamiento médico y
hospitalario.
Señor Presidente:
Señor Secretario
General:
Señor Primer Ministro:
No vengo a hacer
anuncios ni promesas sino a dar testimonio de actos y hechos.
El contingente médico
cubano en Paquistán tiene hoy 789 médicos, más de la mitad de
ellos especialistas y con experiencia en desastres. El 44% de los
médicos son mujeres. Dispone también de 315 paramédicos, todos
licenciados universitarios o técnicos. Trabajan, además, en su
apoyo 128 trabajadores, de ellos 80 ingenieros y técnicos
fundamentalmente en electromedicina, quienes laboran en la
instalación del equipamiento médico.
Han sido ya desplegados
17 hospitales de campaña y se están instalando otros 13. Disponen
de la más moderna tecnología para brindar servicios de cirugía,
ultrasonido, electrocardiograma, rayos X y laboratorio clínico,
entre otros.
Se encuentran en los
lugares más afectados por el terremoto como Balakot y Musaffarabad
y por las bajas temperaturas como Banna Alai, Maira, Thakot, Beshan,
Gahri Habibullah, Hattian, Danna, Battal, Jared, Abbas Pur y Oghi.
Nuestros médicos
trabajan además con profunda abnegación en 7 campos de evacuados,
otros 4 hospitales de campaña paquistaníes o internacionales y en
4 hospitales de la red de salud del país.
Sus resultados iniciales
son los siguientes:
—Han
atendido a 60 000 pacientes.
—Realizaron
2 000 operaciones.
—Salvaron
a más de 200 personas en inminente peligro de muerte.
—Las
comunidades atendidas se declararon libres de riesgo de epidemias y
cuentan con una cobertura médica universal y sistemática.
—Se
concluyó un diagnóstico preliminar para lanzar un servicio de
rehabilitación, prótesis y órtesis que cubrirá las necesidades
de dicha población.
—Se
realiza el pesquisaje para iniciar un servicio de cirugía
oftalmológica para devolver la vista a las personas, en las zonas
afectadas por el sismo, aquejadas de cataratas, ptosis palpebral,
pterigium y retinopatía diabética, entre otras.
—Está
avanzado un proyecto, para proponer a las autoridades paquistaníes,
de formación emergente de especialistas en los hospitales de
campaña a partir de estudiantes de medicina de cuarto y quinto
año.
—El
Gobierno cubano ha decidido ofrecer un amplio programa de becas de
medicina para jóvenes paquistaníes provenientes de comunidades
rurales.
Señor Presidente:
Señor Secretario
General:
Fui enviado aquí el 21
de octubre para coordinar la cooperación cubana en el terreno y he
recorrido decenas de lugares, especialmente en la región norte
montañosa.
He presenciado el
notable esfuerzo del Gobierno y las autoridades locales en la
atención a los sobrevivientes y víctimas. Debo rendir homenaje a
las Fuerzas Armadas de Paquistán por su labor, en condiciones muy
difíciles, en el rescate y el cuidado de los damnificados. Varias
veces he estado con nuestros médicos, junto a sus unidades
ingenieras mientras restablecían el camino a parajes hasta entonces
inaccesibles.
También he visto que
las necesidades de ayuda de emergencia y la reconstrucción son
enormes. Sé que si esta no llega con extrema urgencia muchas
personas morirán a consecuencia de las duras condiciones del
invierno en el Himalaya.
La ayuda internacional
es simplemente insuficiente y lenta. Debe incrementarse en un plazo
de horas que hará la diferencia entre la vida y la muerte. Veo
cómo baja la temperatura cada noche y cómo la nieve avanza hacia
los pequeños valles donde los médicos cubanos comparten la vida
difícil y humilde y el frío con sus pacientes.
Esperar o aportar menos
de lo que se puede sería de un egoísmo imperdonable que nadie
podrá olvidar. El mundo industrializado gasta cada año un millón
de millones en armas y otro tanto en publicidad; 400 mil millones en
drogas ilícitas, 105 mil millones en bebidas alcohólicas, 17 mil
en comida para animales afectivos y 12 mil millones en perfumes. Los
países ricos nos cobran cada año 436 mil millones en servicio de
la deuda y 100 mil en aranceles.
Sería profundamente
inmoral e injusto regatear sobre el monto indispensable de 5 mil 200
millones en ayuda de emergencia y reconstrucción para esta nación
que acaba de sufrir una de las más grandes catástrofes de la
Historia.
Si Cuba, país pequeño,
distante y bloqueado ha podido, todos pueden, en especial los
países ricos y desarrollados. El noble pueblo de Paquistán lo
merece.
He sido testigo del
dolor y el sufrimiento de la gente más humilde.
Hago este llamado
urgente en nombre de los heroicos y modestos médicos cubanos que
realizan una verdadera proeza humanitaria y desde lo más hondo de
mi experiencia de estas semanas.
Siento que debo hablar
también en nombre de Zaled, de 5 años, cuyo brazo pendía sólo de
un paquete nervioso y vascular pero que podía ser todavía salvado.
En nombre de la niña de apenas 10 años, que cuida en el hospital
de campaña de Attar Shisha a su hermano Safir de 8, convaleciente
de una enorme herida en la cabeza, únicos sobrevivientes de la
tragedia familiar. En nombre de la inocente niña de 7 años, quien
al llegar con nuestros médicos a Thakot nos trajo a Pérvez, su
hermanito de 5 años, con la esperanza de que pudieran devolverle la
pierna que le falta.
En su nombre, y en el de
muchos como ellos apelo a la sensibilidad y a la conciencia de
ustedes.
Señor Primer Ministro:
Muchas gracias. |