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El fuerte oleaje político levantado por Vicente Fox en Mar del
Plata y el subrepticio paso por su territorio del ex gobernante
peruano Alberto Fujimori, obligaron esta semana a México a mirar al
sur americano.
Y es que la defensa a ultranza
del Área de Libre Comercio continental (ALCA) asumida por el
Presidente mexicano en la IV Cumbre de las Américas desató
verdaderos vientos de tormenta, que todavía hoy estremecen el
ambiente político en el país.
Así, una semana después de
concluir la cita en esa ciudad argentina, México mantiene abierto
un conflicto diplomático con Venezuela, uno de los cinco países
sudamericanos que manifestó su abierta inconformidad con la
iniciativa estadounidense del ALCA.
La posición del mandatario
venezolano, Hugo Chávez, fue criticada por Fox, dando inicio a un
diferendo que subió de tono cuando el primero llamó a su homólogo
mexicano "cachorro del imperio" y lamentó el triste papel
jugado por éste en la reunión.
De inmediato, la Cancillería
local citó al embajador de Caracas, Vladimir Villegas, quien tras
un encuentro con el director de la oficina para América Latina y el
Caribe, Alejandro García Moreno, que calificó de fructífero, dijo
confiar en que el episodio quedaba ya zanjado.
Incluso el presidente Fox dio por
cerrado ese mismo día el asunto, con las mismas palabras ("yo,
a otra cosa mariposa") con que antes había puesto fin a otro
conflicto con su par argentino, Néstor Kichner, también derivado
de la cita en Mar del Plata.
Sin embargo, el canciller Luis
Ernesto Derbez retomó el incidente, manifestó su inconformidad con
las explicaciones dadas por Villegas e insistió en dialogar
directamente con el jefe de la diplomacia venezolana, Alí
Rodríguez.
La conversación se produjo
finalmente ayer y mientras Venezuela calificó de "muy cordial
y positivo" el intercambio, que permitió "despejar los
asuntos que se ventilaban", México insistió en que las
diferencias "aún no han sido subsanadas".
La irreconciliable posición
asumida por Derbez contrasta notoriamente con la que tomó frente al
conflicto con Argentina, que también promovió el mandatario
mexicano al criticar a Kichner por su oposición al ALCA y por su
defensa de los intereses nacionales.
En respuesta, el gobernante
sudamericano instó a Fox a ocuparse de los mexicanos y recalcó que
para algunos la buena diplomacia es rendir pleitesía y agachar la
cabeza ante los poderosos.
No obstante, la Secretaría de
Relaciones Exteriores se apresuró a bajarle el tono al diferendo y
dio a conocer de inmediato un comunicado conjunto en el cual se puso
de manifiesto el excelente nivel de la relación bilateral.
Mas, por si el oleaje de Mar del
Plata resultara poco, México se vio involucrado también en un
diferendo con los gobiernos de Chile y Perú al no alertar a ninguno
de éstos del furtivo paso por Tijuana del ex mandatario Alberto
Fujimori.
Aún cuando desde hace dos años
existía una alerta roja de la INTERPOL, Fujimori estuvo por espacio
de una hora a bordo de un avión privado en ese aeropuerto
internacional, sin que nadie diera cuenta de su presencia, que el
propio Derbez consideró legal.
Lo cierto es que sólo ayer las
autoridades mexicanas reconocieron que se había actuado con
negligencia en este caso y seis funcionarios de menor rango fueron
separados de sus puestos.