WASHINGTON, 10 de noviembre (PL).—
El influyente diario The New York Times cuestionó hoy la ofensiva
del gobierno del presidente estadounidense, George W. Bush, contra
los medios de prensa que denuncian el autoritarismo de la actual
Administración.
En un editorial, el rotativo critica
las presiones de dirigentes republicanos para obligar al periódico
The Washington Post a confesar cómo supo de la existencia de la red
de cárceles secretas operada por la Agencia Central de Inteligencia
(CIA) en ultramar.
"Y esos mismos líderes se han
pasado 18 meses tratando de obstaculizar cualquier investigación
seria sobre el abuso real a los prisioneros en esos campamentos y en
otros bajo el mando del Ejército estadounidense", indica el
cotidiano.
The New York Times señala, además,
que en los últimos dos años el oficialismo tampoco mostró
interés en si la Casa Blanca filtró a la prensa la identidad de
una oficial de la CIA para castigar a un diplomático que criticó
la invasión y ocupación de Iraq.
La respuesta es obvia, indica el
diario, al asegurar que la cúpula del Partido Republicano trata de
cerrar todo tipo de discusión política que pueda conducir al
escándalo de las torturas en Abu Ghraib y las cárceles de la CIA
allende los mares.
"El nuevo escenario es una
muestra excelente de por qué es tan vital para los medios de
comunicación difundir la información que el gobierno quiere
suprimir por razones políticas", comenta el rotativo, al
tiempo que insiste en la necesidad de que los órganos de prensa
puedan preservar sus fuentes.
Según el matutino, su consejo
editorial apoyó la investigación orientada por el Departamento de
Justicia para determinar quién de la Administración Bush filtró a
periodistas la identidad de la oficial de la CIA Valerie Plame,
esposa del ex embajador de Estados Unidos en Gabón, Joseph Wilson.
La intención del periódico era que
se pusiera al descubierto "si funcionarios de la Casa Blanca
abusaron de su poder y pusieron en peligro a la señora
Wilson", explica el editorial.
Sin embargo, la cacería actual
contra la fuente de The Washington Post por el reciente artículo
sobre las cárceles es diferente, ya que el diario proporcionó
información detallada de la red de prisiones y las prácticas
detestables allí aplicadas.
"La Administración y sus
aliados en el Congreso pretenden suprimir meramente esta
información porque ellos no quieren evidencias de cómo los
soldados estadounidenses y los oficiales de inteligencia se han
convertido en verdugos, y porque la Administración quiere seguir
abusando de los prisioneros", enfatiza el diario.
Algunos legisladores oficialistas
alegan que el artículo del Post dañó la imagen de Estados Unidos,
su seguridad nacional y la de los efectivos del Pentágono y los
miembros de los servicios de espionaje.
"Pero la verdad es que el daño
esta causado por el gobierno con sus actos y políticas, y no por
las revelaciones de los medios de comunicación", concluye The
New York Times.