WASHINGTON, 10 de noviembre (PL).—
La derrota de las controversiales iniciativas propuestas por el
gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, es atribuida hoy al
voto de la comunidad hispana en ese territorio estadounidense.
Analistas citados por el diario La
Opinión, de Los Angeles, coinciden en que los hispanos, al igual
que otras comunidades, están desencantados con los cantos de sirena
del protagonista de Terminator, y ahora le dan la espalda.
En el referendo de este martes, los
votantes de California echaron por tierra las proposiciones 74, 75,
76 y 77, defendidas por la ex estrella de Hollywood para hacer
recortes presupuestarios y redefinir los distritos electorales del
estado, entre otras modificaciones.
Fernando Guerra, director del centro
para el estudio de Los Angeles de la Universidad de Loyola
Marymount, estima que para las próximas elecciones Schwarzenegger
deberá elaborar una estrategia diferente a fin de recuperar su
popularidad.
"El gobernador tenía una doble
intención: la primera, abrir el camino hacia su reelección en
2006, y la segunda, gobernar a su modo hasta que llegara ese
momento", indica el académico.
Sin embargo, no lo logró y "el
voto latino —señala Guerra— fue absolutamente
determinante".
Por su parte, Jaime Regalado,
director del Instituto de Política Pat Brown, consideró que
Schwarzenegger no parece favorecer a la comunidad latina, y ello lo
demuestran sus declaraciones sobre temas fronterizos y su negativa a
las licencias de conducción para los indocumentados.
"Estos son tiempos difíciles
para el gobernador porque obviamente está muy herido; es un animal
con la cola entre las patas tratando de conservar la cara",
comenta.
El referendo, que costó 300 millones
de dólares, sólo era respaldado por el 33 por ciento de los
electores.
Ninguna de las cuatro proposiciones
presentadas por el mandatario estadual recibió el voto de la
mayoría.
La iniciativa 74 extendía el
período de prueba de los maestros de dos a cinco años, mientras
que la 75 prohibía el empleo de cuotas sindicales para fines
políticos sin el permiso por escrito de sus miembros.
Las otras dos propuestas también
fracasaron. La 76 estaba dirigida a otorgar más poder al gobernador
para hacer recortes financieros, en tanto la 77 arrebataba a los
legisladores el poder para definir los distritos electorales.