|
El bloqueo aquí y ahora
GABRIEL DÁVALOS
El
bloqueo no es una consigna. Alejandrito Méndez con solo 5 años ya
sabe que existe. Tampoco es un pretexto; está en la calle, en el
transporte, en la cocina y en la realidad cotidiana de todos los
cubanos. Las historias son increíbles, pero definitivamente reales.
LA ODISEA DE LAS
OLLAS
En los primeros meses de
este año el país decidió fabricar e importar 3 millones de ollas
de presión e igual número de ollas eléctricas arroceras. El
objetivo, mejorar las condiciones de vida de la población.
En marzo Cuba solicitó
a la firma Vafe S.A., el producto Fenol, que se emplea en la
fabricación del cabo de las ollas. Después de haber hecho su
oferta y ya en plena negociación, la empresa suspendió su
propuesta. El origen del Fenol es estadounidense.
Se decidió entonces
cambiar la tecnología utilizando el polipropileno. La firma
Indelpro S.A. hizo una buena oferta, 1 200 dólares la tonelada. El
negocio también fracasó. El proveedor lo canceló al conocer que
el destino era Cuba.
No quedó alternativa.
El país se dispuso a comprar 185 000 unidades de la marca Ekco. La
transferencia del dinero fue por medio del banco mexicano Banamex,
filial del norteamericano City Bank. Las autoridades de los Estados
Unidos presionaron hasta frustrar la operación.
Cuba ha tenido que
buscar alternativas para cumplir su objetivo. El costo es en tiempo
y en efectivo.
EL VIEJO MICROSCOPIO
BLOQUEADO
En octubre del 2004,
especialistas del Hospital Hermanos Ameijeiras solicitaron a los
representantes de la compañía japonesa Hitachi High-Technologies
Corporation la adquisición de un nuevo microscopio electrónico. Un
viejo ejemplar de 20 años necesitaba reemplazo. El costo de la
inversión era aproximadamente de 400 000 dólares.
Aún siendo un buen
negocio para la compañía extranjera y una necesidad para Cuba,
Hitachi confirmó que no podía colaborar. Alegaron que la política
de la empresa es respetar el bloqueo.
MOVERNOS O NO
MOVERNOS
La empresa
Transcargo-Panalpina transportaba en julio del año pasado unos 1
800 vehículos comprados en Asia con destino a Cuba. En la travesía
hubo que realizar una escala en un tercer país. La operación
encareció hasta 360 000 dólares.
Fue necesario evitar la
posible interferencia de las autoridades federales o regionales de
Estados Unidos de América. El riesgo de no hacerlo incluía el
eventual decomiso de las mercancías en virtud de las regulaciones
extraterritoriales impuestas a Cuba.
AGUA PARA LA CIUDAD
Cuatro bombas de agua
sumergibles de última tecnología iban a ser compradas a mediado
del 2004. La empresa sueca ITT-FLYGT, subsidiaria de la
transnacional estadounidense ITT, las producía.
Su instalación debía
mejorar sustancialmente la entrega de agua potable a unas 250 000
personas, comprendidas en el 95 % del territorio del municipio de
Arroyo Naranjo, el 20 % de Boyeros y algunas zonas de 10 de Octubre,
todos en Ciudad de La Habana. La ITT denegó la venta al Acueducto
Sur.
LAS PIEZAS DE LA
DISCORDIA
En el mundo existen
cerca de 40 plataformas y barcos que pudieron haber participado en
la licitación realizada para la perforación del pozo de
exploración petrolera en aguas profundas, sobre los 1 600 metros,
en el Golfo de México. Solo 3 compañías estuvieron en
disposición de que sus equipos trabajaran en la Zona Económica
Exclusiva de Cuba.
A la plataforma
contratada hubo que cambiarle los equipos estadounidenses.
Washington demandó que los componentes gringos de las plataformas
petroleras tenían que ser sustituidos para trabajar en Cuba. Esto
causó demoras e incrementó los costos.
Alejandrito sabe que
existe un bloqueo. No conoce los pormenores porque solo tiene 5
años. Pero cada día su futuro se debate en estas constantes
historias de persecución. El bloqueo es una realidad que intenta
frustrar el porvenir de un pueblo diferente. |