BAGDAD, 19 de octubre (PL).—
El ex presidente iraquí Saddam Hussein y siete de sus más cercanos
colaboradores se presentaron hoy ante un tribunal especial que le
juzgará en un recinto secreto de la llamada Zona Verde, en esta
capital.
La instalación donde se desarrolla
el juicio es un edificio que sirvió de sede al Partido Baas y ahora
es una dependencia al servicio de las fuerzas de ocupación en el
lugar más custodiado de Iraq.
A los antiguos funcionarios se les
acusa de implicaciones en la muerte de ciudadanos de confesión
musulmana chiíta en el poblado de Dujail, al norte de esta capital,
hace más de 20 años.
Aunque para este evento se
multiplicaron en Bagdad las medidas de seguridad, en las últimas
horas la propia Zona Verde fue blanco de dos disparos de morteros,
según medios de prensa.
No hubo precisiones de dónde
impactaron los obuses y si hubo daños de algún tipo.
El proceso contra el ex primer
mandatario y sus colaboradores sesiona en momentos de incertidumbre
en cuanto al futuro de este país árabe, luego de la celebración
de un referendo constitucional que aboga por el federalismo.
Bajo un fuerte dispositivo de
vigilancia, a los enjuiciados los condujeron a la Corte Número 1
del Tribunal Especial, donde se enfrentan a un tribunal presidido
por el juez kurdo Rizgar Mohammed Amin.
Mohammed Amin fue designado poco
antes del inicio para presidir a los cinco jueces que juzgarán a
Saddam, a quien le podrían condenar con la pena capital.
Mientras que observadores políticos
consideran que el proceso contra Saddam carecerá de imparcialidad,
el jefe de los abogados de la defensa, Khalil al Duleimi, declaró
que el tribunal obstaculiza el trabajo de su equipo de juristas.
A ellos —apuntó Al Duleimi— se
le pusieron una serie de impedimentos para llegar hasta el lugar
secreto, donde es juzgado el otrora jefe de Estado, amplió.
En ese ámbito, desde hace varios
días no se descarta que los abogados soliciten un aplazamiento de
las vistas para poder preparase mejor e intercambiar con su cliente.