BRUSELAS, 19 de octubre (PL).—
Mientras en Rumania, China y Rusia se reportan nuevos brotes de
gripe aviar, la Unión Europea ensaya sistemas de comunicación y se
prepara para enfrentar una posible pandemia continental.
En los tres países mencionados se
confirmó la presencia de la cepa H5N1, letal para los humanos, por
lo que las autoridades sanitarias comenzaron a adoptar las medidas
necesarias para evitar la expansión de la patología.
Aunque algunos expertos plantean que
por ahora el riesgo de propagación de la gripe aviar hacia Europa
es bajo, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y
la Agricultura (FAO) considera que puede aumentar en la próxima
primavera, si las aves migratorias procedentes del sur resultan
infectadas.
Los animales silvestres parecen ser
unos de los principales portadores de la enfermedad, pero aún se
necesita profundizar para conocer cómo se propaga el virus.
La dolencia, que se ha manifestado en
Camboya, China, Japón, Laos, Corea, Tailandia, Vietnam e Indonesia,
en estos tres últimos con casos comprobados en humanos, ha desatado
el sacrificio de unos 200 millones de aves domésticas en el
continente asiático.
Muchos son los esfuerzos a nivel
mundial para controlar los brotes, ya que los científicos temen
que, a corto plazo, pueda ocurrir una pandemia similar a la ocurrida
en 1918 con la llamada gripe española, que causó la muerte de
entre 20 y 50 millones de personas en el orbe.
En ese sentido, Lee Jong-wook,
director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
advirtió que la gripe aviar podría convertirse en una pandemia
global en cualquier momento.
Más de 60 personas y varios millones
de aves han muerto en Asia desde el año 2003 a causa de la también
llamada Influenza Aviar.