Celima Bernal

• Escribí hace años, y repito ahora: Fula es pólvora en una de las lenguas africanas. Cuando el dólar estaba penalizado, constituía un delito andar con él; por ello, el pueblo lo bautizó así. He recibido varias llamadas en estos días averiguando el origen de esa voz. Todas las llamadas palabras obscenas poseen también el suyo, que en ocasiones resulta muy interesante. Creo firmemente que las comunes, las "inocentes", ofenden más a las personas sensibles y bien educadas, si se pronuncian acompañadas de una gestualidad chabacana, vulgar, de un tono ordinario.

 

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