Hacen
falta más que soluciones cosméticas
para la deuda externa
Plantean
asistentes al Encuentro Sur-Norte, que concluye esta tarde en el
Palacio de las Convenciones
Elson
Concepción Pérez
elson.cp@granma.cip.cu
Las
sesiones de ayer en el Encuentro Sur-Norte de resistencia y
alternativas frente a la deuda externa, se desarrollaron con debates
abarcadores de problemas que afectan a los países pobres, así como
sus vínculos con los estados ricos.
La búsqueda de
elementos comunes en los reclamos del Tercer Mundo frente a las
posiciones de los países del Norte, con vistas a desarrollar un
profundo movimiento que propicie la anulación total de la deuda
externa, caracterizó buena parte de las intervenciones en la
plenaria.
Aunque se han escuchado
voces de muchos convencidos de que solo con la eliminación del pago
de la deuda no se resuelven los problemas de las naciones pobres,
todavía parece incipiente el reclamo de escalar peldaños
superiores en búsqueda del objetivo mayor: un nuevo orden
económico internacional.
La decisión del G-8 de
cancelar la deuda externa de algunos de los países más pobres, no
pasa de ser un elemento cosmético, pues los países ricos saben muy
bien, como denuncian los países pobres, que esa deuda es impagable,
es decir, de ninguna manera se podría abonar.
En la sesión de la
tarde funcionaron dos paneles de trabajo con la totalidad de los
delegados e invitados al Encuentro.
El primero trató sobre
el desafío para el movimiento global antideuda; y el segundo sobre
Perspectivas y debates, referido a la sostenibilidad, cancelación,
repudio y arbitraje de la deuda.
Al exponer la situación
del continente africano, el senegalés Dembe Dembele se refirió a
los 24 países de esa región que están en el proceso o en la etapa
final que, de acuerdo con el FMI y el BM, van a alcanzar la
sostenibilidad. A 14 de esos países les fueron condonadas las
deudas, por supuesto con el enfoque de los organismos financieros,
lo que no va a resolver la situación, dijo.
Van a seguir extrayendo
dinero de los países pobres, además de que muchos de estos quedan
fuera de la condonación de la deuda, porque no cumplen —según el
criterio occidental— los requisitos de políticas de ajustes,
reformas económicas determinadas por los organismos financieros
internacionales.
Dijo que nada ha
cambiado en cuanto a la reducción de la pobreza, porque el mercado
no puede ser la solución.
Neil Watkins,
coordinador en Estados Unidos del movimiento internacional Jubileo,
se manifestó solidario con esa lucha y dijo que en Washington, en
la última semana, el FMI y el BM celebraron una reunión anual a
propuesta del G-8, donde se decidió cancelar algunos débitos para
18 países pobres altamente endeudados.
Al respecto señaló que
lo que se hace con eso es aumentar la pobreza de esas naciones, y se
pronunció por que se contemplen programas para ayudar a todos los
países pobres.
Beverly Keene, de
Argentina, manifestó que su país, considerado como de ingreso
medio, más bien es una economía "sumergente" en vez de emergente.
Explicó los cambios en
la naturaleza de la deuda financiera argentina y citó que de 44 000
millones de débitos en la década de los setenta, diez años más
tarde esa cifra superó los 62 000 millones de dólares.
El Encuentro culminará
sus sesiones en la tarde de este viernes en el Palacio de las
Convenciones. |