BAGDAD, 30 de septiembre (PL).—
La violencia prevaleciente en Iraq cobró este mes 49 muertos a
Estados Unidos, a un promedio de 1.73 diarios que situaron en mil
933 las víctimas fatales sufridas en 926 días de conflicto.
Por su parte, Gran Bretaña en estos
dos años y seis meses ha perdido 96 hombres, mientras que los
restantes países de la coalición acumulan 101 bajas mortales.
Estos datos están basados en las
informaciones que brinda el sitio Web Iraq Coalition Casualties de
acuerdo con reportes del Pentágono norteamericano.
Tan sólo en septiembre han sido
eliminados unos 600 iraquíes —una buena parte de ellos policías
y militares—, los cuales suman más de 10 mil en estos meses de
guerra, según estimados de observadores independientes.
Octubre comienza mañana y se prevé
que el número de víctimas, tanto norteamericanas como iraquíes,
aumenten a medida que se acerque el 15 de ese mes, día fijado para
realizar un referendo constitucional.
En esa consulta se determinará si se
pone en práctica un federalismo en Iraq que concede esa
característica a los kurdos en el norte y los chiítas en el sur, y
les favorece económicamente pues gran parte del ingreso petrolero
proviene de esas regiones.
Esa partición territorial deja para
los sunitas, la otra rama del Islam aquí, únicamente el centro del
país.
La Constitución redactada bajo la
atenta mirada de Estados Unidos, fue votada en el mes de enero por
un Parlamento de mayoría kurdo y chiíta. Los sunitas se negaron a
participar en esa consulta por lo antes expuesto.
Para Estados Unidos la rebelión
contra la ocupación de Iraq es fomentada casi exclusivamente por
los sunitas, lo cual no es absolutamente cierto.
Los miembros de esa escuela musulmana
gozaron de privilegios cuando el régimen del derrocado presidente
Saddam Hussein, y en efecto, son fervientemente contrarios a la
ocupación del país más que nada por su profundo sentido
nacionalista y religioso.
Ahora miran con cautela la nueva
Carta Magna, la cual estiman le priva de sus derechos y favorece a
los otros.
Estados Unidos tratará de permanecer
en esta nación árabe a sangre y fuego bajo la bandera de que
"conduce a Iraq a la libertad".
Pero más de un experto en la región
de Oriente Medio estima que les será muy difícil, para no decir
imposible, quebrantar la voluntad de soberanía de la población.
Sustentan esa hipótesis con la
primera inmolación de una mujer en un atentado suicida la cual
disfrazada de hombre se introdujo en una cola de aspirantes a ser
reclutados por el ejército, e hizo estallar una bomba que llevaba
ceñida a su cuerpo.
Esa acción ocurrida en Tal Afar, 420
kilómetros al noroeste de Bagdad este miércoles, dejó siete
muertos y 36 heridos y perturbó considerablemente a las autoridades
tanto iraquíes como norteamericanas.
Sea como sea, la situación de
violencia en Iraq no parece tener visos de finalizar en un futuro
inmediato.