CARACAS, 30 de septiembre (PL).—
El vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, denunció hoy
los vínculos de la familia Bush con terroristas, en especial con el
criminal Luis
Posada Carriles.
Como jefe de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) George Bush padre auspició el terrorismo, y
luego como presidente indultó a varios de ellos, como Orlando Bosh,
afirmó Rangel durante la presentación de la cuarta edición del
libro "Pusimos la bomba.. ¿y
qué?".
El libro, de la periodista Alicia
Herrera, confirma la participación de Bosh y Posada Carriles en la
voladura de un avión cubano con 73 pasajeros a bordo, en 1976.
El actual presidente George W. Bush,
quien trata de proteger a Posada Carriles, continúa con la
política de su padre, señaló el vicemandatario venezolano.
Según Rangel, la Casa Blanca hace
distinción en el terrorismo, sobre la base de circunstancias,
intereses y protagonistas y traza diferencias entre Osama bin Laden
y Posada.
Eso explica el silencio y las
evasivas de la administración republicana, sobre el experto en
explosivos de la Agencia Central de Inteligencia, agregó.
El vicepresidente destacó que
"Bush no ha dicho absolutamente nada sobre la presencia de un
terrorista" en su país, aunque "es tan locuaz en otros
casos".
Denunció que tras su arresto, el
caso quedó confinado a las autoridades de inmigración, pero se
trata de un delito federal.
Bush, quien se autoproclamó paladín
de la lucha contra el terrorismo, deja que el asunto de Posada
Carriles siga por caminos administrativos, subrayó.
Rangel calificó de cínica la
decisión del juez William Abbott de rechazar la extradición a
Venezuela del criminal, con el argumento de que supuestamente en
este país se tortura.
Esa es una "estratagema de
carácter político", señaló el vicepresidente, quien negó
de forma categórica que en Venezuela se apliquen esas prácticas.
Ese argumento es cínico en boca de
Estados Unidos, cuyos militares maltratan a los detenidos en la
prisión de la base naval de Guantánamo y en Iraq, indicó.
Además, recordó que Washington
entrenó a más de 35 mil oficiales del continente en la Escuela de
las Américas, donde se enseñaron prácticas de tortura, muchas de
ellas aplicadas en este país hace años.