Lid de orbe en Egipto

Protagonismo en los Mundiales de Judo

Oscar Sánchez

Mañana, en Egipto, los Mundiales de Judo estarán cumpliendo 40 años de haberse iniciado en Río de Janeiro, Brasil, en 1965. Y en esta versión de El Cairo, por cierto, la número 24 (pues incluimos las versiones solo para mujeres de 1980, 1982 y 1984), la delegación cubana arriba como protagonista de lujo en los cinco torneos de la última década, con un equipo femenino que ha sido la atracción, en tanto la escuadra masculina no ha dejado de subir a los podios de premiaciones desde 1999.

Las chicas, que desde 1987 dirige el profesor Ronaldo Veitía, han logrado 10 preseas doradas desde entonces. Su botín lo completan 12 preseas plateadas (de lo que se infiere que han estado en 22 finales), y 20 de bronce, para un total de 42 metales en nueve justas del orbe.

Para los colectivos masculinos la cosecha es más discreta aun cuando ellos tienen más participaciones. Un título áureo, dos de plata y cuatro de bronce exhiben los varones. Es válido destacar también que de esos siete lauros, el dorado y tres bronceados, pertenecen a los dirigidos por el profesor Justo Noda.

Ambos preparadores han dejado en claro que la lid egipcia, más allá de un resultado, forma parte de la estrategia hacia los Juegos Olímpicos del 2008.

Sin embargo, un Mundial es un Mundial, y todo atleta sueña con la cima de una competencia tan singular. Por ejemplo, en el masculino, Yordanis Arencibia (60 kg), suma tres bronces mundialistas, uno olímpico y la corona del orbe juvenil, en 1998. Avezados especialistas lo consideran como el mejor hombre de su peso en la actualidad, pero aún está por subirse a lo más alto del podio entre los grandes. Sobre él siempre se cifran grandes esperanzas, aunque la deuda de competencias de nivel con la que llegará a El Cairo puede ser un obstáculo insalvable de cara a esta nueva aspiración.

También la alumna de Veitía, Yurisel Laborde, con las coronas de las versiones precedentes del 2003 y 2001, y su bronce olímpico en Atenas, tiene calidad suficiente para ceñirse el cetro egipcio, máxime cuando ya se conoce que la reina mundial y olímpica de la división, Noriko Anno, ya dijo adiós al tatami.

Otras como Driulis, con dos diademas mundiales y cuatro metales olímpicos, y Yurisleidys Lupetey, con un pergamino de oro universal, son una vez más candidatas fuertes a los máximos honores.

Por cierto, mañana será el único día del Mundial donde habrá presencia cubana en las cuatro categorías programadas, pues a los estrenos en estos conciertos de Oscar Braison (más de 100) y Rosalín Bermudez (más de 78), se sumarán las presentaciones de Oreidis Despaigne (100) y Yurisel Laborde (78).

 

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