Penurias del cine istmeño
CIUDAD
DE PANAMÁ (PL).— El optimismo de tres cineastas panameños
contrasta con las agonías de la incipiente industria del séptimo
arte en el Istmo, ausente de apoyo y distante de una infraestructura
adecuada para estos propósitos.
Ameer, una excepción panameña.
Así opina el crítico
Fernando Navarro al comentar que si por un lado el único realizador
panameño con carrera en Estados Unidos, Jorge Ameer, siente
frustraciones, otros tres realizadores sueñan con dar el salto en
un periodo relativamente corto.
Ameer se asoció con
importantes estudios como New Line Cinema, Paramount, Disney y
Columbia Tri-Star Pictures, y ya cuenta en su haber con cuatro
producciones de su factura. Sin embargo, no tiene planes de estrenar
en Panamá.
"No
es factible hacer cine en suelo panameño. No es rentable traer
películas, porque no hay respaldo, ni del Gobierno, ni la empresa
privada, que no estimulan al talento local", confesó.
La gestora cultural
Alexandra Schjelderup, por su parte, señaló que el cine istmeño
es casi desconocido por tres razones: no se hacen cintas en formato
de 35 milímetros, no hay presupuesto de promoción de los filmes, y
tiene una competencia devastadora con Hollywood.
Fernando Navarro afirmó
que en las 120 salas de todo el país la variedad es muy limitada. "Las
películas son gringas o inglesas, muy de vez en cuando españolas e
italianas, o en promoción de peruanas".
Sin embargo, Joaquín
Carrasquilla, Ana Luisa Sánchez y Abner Benaim opinaron que hay un
nicho de posibilidades de cara al futuro, en específico en los
próximos 10 años.
Carrasquilla tuvo
bastante éxito con la cinta La noche, de factura
íntegramente local, y trabaja ahora en tres proyectos, dos de los
cuales tienen el apoyo de firmas internacionales vinculadas a
Hollywood.
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