Gran Bretaña
Vigente la orden de matar
ARSENIO RODRÍGUEZ
La orden de matar se
mantiene inalterable en Gran Bretaña, mientras crece la confusión
provocada por la ejecución de un joven brasileño por la policía
en el Metro de Londres a finales de julio.
Recientes declaraciones
oficiales incrementan el desasosiego, cuando aseguran que la
policía londinense estaba orientada a detener, no a matar, al joven
Jean Charles de Menezes, quien, dicen, fue confundido con un
atacante suicida, y se convirtió así en la primera víctima de tan
extrema medida.
La comandante de la
Policía Metropolitana, Cressida Dick, afirma haber dado
instrucciones de que detuvieran al joven antes de entrar en el Metro
el 22 de julio pasado, indicó el diario The Daily Mirror.
Estas informaciones se
contradicen con otras revelaciones que ponen en la picota a Scotland
Yard y apuntan a que la muerte del joven electricista brasileño se
debió a una acumulación de errores policiales.
La acción terrorista de
unos días antes pudiera explicar la agresiva acción de los
uniformados, aunque nunca la justificaría, mucho menos cuando
Menezes recibió ocho disparos, lo que algunos han calificado como
una ejecución extrajudicial, y no les falta razón.
En la tercera semana de
agosto, la situación se hizo más compleja para las autoridades
británicas, cuando un reportaje de la emisora de televisión ITV
News afirmara que las tomas de video de circuito cerrado y relatos
de testigos mostraban todo lo contrario al informe policiaco.
El informe al que tuvo
acceso ITV forma parte de la investigación sobre la muerte de
Menezes emprendida por la Comisión Independiente de Reclamaciones
de la Policía.
Sin embargo, para Hariet
Wistrich, abogada de la familia de la víctima, "esto plantea muy
serias preguntas sobre la política de disparar a matar", lo que
hace necesaria una investigación pública, dijo, para agregar que
cuestionaba la legitimidad de estas prácticas y sobre todo el
peligro de acabar con la vida de algún otro ciudadano.
"La
familia siempre supo que fue, como mínimo, una absoluta y
escandalosa equivocación, y que su hijo era completamente inocente",
concluyó la letrada. Por su parte, Scotland Yard y el Ministerio
del Interior se negaron a comentar el informe.
La prensa local destaca
otras declaraciones, como las de Asad Rehman, portavoz de un grupo
de ciudadanos que exige la aclaración de los hechos, quien afirmó
a Reuters: "no solo se demostró que la versión de la policía era
incorrecta, sino, también, que la opinión pública fue
deliberadamente desorientada. Es evidente que nos han contado
mentiras y medias verdades sobre la forma en que Jean murió".
El joven electricista
brasileño ni estaba vestido de forma sospechosa, ni había huido de
los uniformados, como se evidencia en las tomas de video de circuito
cerrado, en las que se aprecia a la víctima caminando
tranquilamente hasta llegar al Metro donde fue ultimado.
Actualmente, está
cuestionado el comisario Ian Blair, porque sencillamente su primera
versión de los hechos resultó una sarta de mentiras. El delicado
asunto pudiera complicarse con el anuncio de Brasil de enviar una
delegación de expertos para clarificar los detalles de la muerte de
uno de sus ciudadanos.
El Gobierno brasileño
expresó su indignación por el contenido de las revelaciones que
han sido divulgadas en los últimos días sobre la investigación de
la muerte de Menezes que contradicen las versiones oficiales.
El asunto se le complica
al Gobierno de Anthony Blair. Crecen las dudas, se exige mayor rigor
en las investigaciones, pero a pesar de todo, la orden de matar
sigue vigente en todo el territorio británico. |