Otro Teófilo Stevenson entrena en el Táchira
José
Antonio Fulgueiras
TÁCHIRA.—"Teófilo
siempre llega temprano y es altamente disciplinado en el
entrenamiento", certifica aquí la profesora cubana Addy Adrián
Mora, desde la Sala polivalente de San Cristóbal, capital de este
estado venezolano.
Y Stevenson observa
desde cierta distancia, mientras hace unas cuclillas y hace
rotación con el tronco. Nos mira, pero no se acerca.
"Teófilo
fue uno de los que más se distinguió en las últimas competencias
escolares", afirma la santiaguera Addy.
Stevenson se sabe el
centro de mi observación desde hace rato, entonces le hago una
señal y viene luciendo sobre el colchón su kimono blanco y sus
pies descalzos.
¿Quién te puso el
nombre?
—Fue
mi papá quien me lo colocó porque es el nombre de mi abuelo y
también así se llama un boxeador cubano que fue el mejor del
mundo.
¿Lo conoces?
—Solo
por fotografía, pero desearía conocerlo personalmente.
¿Te gustaría echar una
peleíta con él?
—¿¡Una
peleíta!?, si él es boxeador y yo soy judoca. Además, él es muy
fuerte y grandulón, mide más de seis pies y míreme a mí: flaco y
chiquitico.
¿Aspiras a campeón
olímpico como tu tocayo?
—Claro,
aunque para eso tengo que entrenar, estudiar y competir mucho.
—¿Qué
más sabes del Teófilo Stevenson cubano?
Qué le gusta enseñar a
los niños, que es un hombre muy noble y que al que le daba un
puñetazo no se paraba más. |