CARACAS, 16 de agosto (PL).— Una obra de Dante, impresionante, inexplicable, terrible se instaló hoy en la venezolana Sierra de Perijá, donde se estrelló un avión colombiano esta mañana con más de 160 personas a bordo.

La descripción es de Alfonso Marques, alcalde de la zona donde se estrelló la aeronave de West Carribbean que volaba en la ruta Panamá-Martinica y cayó en territorio selvático del oeste de Venezuela luego de informar una emergencia.

En declaraciones a reporteros, Marques describió una escena de horror, con pedazos de cuerpos diseminados en un área considerable y algunos en lugares todavía inaccesibles.

El alcalde precisó que 47 cuerpos fueron enviados a Maracaibo, capital del estado Zulia, unos 800 kilómetros al oeste de Caracas y otros 40 esperan en bolsas su traslado, mientras una cantidad por precisar se ubicó en una zona inaccesible por el momento.

La televisión local mostró imágenes a una distancia de unos 200 metros del lugar de la tragedia, en las que se aprecian restos todavía humeantes de la aeronave y amasijos de estructura que hacen muy difícil pensar en la existencia de sobrevivientes.

La autoridad municipal venezolana dijo a reporteros, a quienes los militares mantienen alejados de la zona, que se rescataron las cajas negras de la cola del avión, pero todavía no se han hallado las de la parte delantera de la aeronave.

En la zona se encuentran funcionarios del consulado colombiano en Maracaibo y se espera asimismo a representantes oficiales colombianos y franceses, estos últimos debido a que los pasajeros fallecidos eran ciudadanos franceses de la isla caribeña de Martinica.

Marques informó que se rescataron algunos pasaportes colombianos de la tripulación y otros franceses de los pasajeros y adelantó la tesis de que la tripulación intentó aterrizar en la zona boscosa, maniobra dificultada por las condiciones geográficas y el mal tiempo.

Vecinos de Machique, la población más cercana al lugar, informaron que en la madrugada escucharon una fuerte explosión y avisaron a las autoridades, aunque las fuertes lluvias demoraron la llegada de los bomberos y personal médico hasta el lugar de la caída de la nave.