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El mundo necesita con urgencia la paz y la reconciliación Expresó el reverendo Samuel Kobia. El líder religioso condenó el bloqueo estadounidense a Cuba y el terrorismo en todas sus manifestaciones. Apoya el Consejo Mundial de Iglesias la causa de los Cinco Silvia Barthelemy El bloqueo que por más de cuatro décadas ha impuesto Estados Unidos a Cuba tiene que ser levantado inmediatamente, entre otras razones, por sus implicaciones en el desarrollo económico y social y su efecto en las relaciones humanitarias y éticas de ambas naciones, declaró ayer el reverendo doctor Samuel Kobia, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), minutos antes de regresar a Ginebra, Suiza, sede de esa asociación.
El líder religioso afirmó que no existe ninguna justificación para que el bloqueo siga en pie, y expresó que este pone en peligro también a las familias, si tenemos en cuenta, dijo, las recientes medidas aprobadas por el presidente estadounidense George W. Bush, que incluyen la limitación del número de veces que la familia cubana puede reunirse con aquellos miembros que residen en EE.UU. En conferencia de prensa Kobia expresó su rechazo al terrorismo en todas sus manifestaciones y la manera selectiva e injusta en que se pretende combatirlo. "Solo si el terrorismo es asumido en su globalidad, y se aplica justicia a todos aquellos que son responsables de esos actos, será posible borrarlo del mapa mundial'', aseguró, y ejemplificó con el caso de Luis Posada Carriles, autor de varios hechos terroristas contra el pueblo de Cuba, quien hasta ahora no ha sido juzgado como merece. Kobia informó sobre la solidaridad y cooperación que el CMI ha manifestado para los Cinco Héroes cubanos prisioneros en cárceles de Estados Unidos, precisamente por combatir el terrorismo. Hemos mantenido contacto con sus familiares, precisó, y nuestro Departamento de Asuntos Internacionales trabaja de forma muy cercana con aquellos que luchan por la liberación de los Cinco. Al resumir su visita pastoral de casi una semana a nuestro país la evaluó de excelente y provechosa, pues, afirmó, tuve la oportunidad de intercambiar no solo con las iglesias miembros del CMI (las iglesias Metodista y Presbiteriana Reformada), sino con representantes de otras, y pude constatar que la libertad de culto es una realidad en Cuba. Destacó de manera especial su encuentro con el Comandante en Jefe Fidel Castro, en el cual dialogaron sobre diferentes temas de actualidad, y acerca de la relación entre la Iglesia y el Estado. Dijo también sentirse gratamente impresionado de su recorrido por varios centros educacionales y de salud de la capital, especialmente la visita a la Universidad de Ciencias Informáticas, proyecto al que le auguró un futuro muy promisorio, y al Centro Médico Psicopedagógico Hogar La Castellana, donde son atendidas personas con discapacidad intelectual. Antes de concluir, reflexionó en torno a que el mundo que habitamos es desigual y abrupto; muchas personas viven insatisfechas e inseguras, lo que afecta las relaciones interhumanas; por ello sentimos, resaltó, una gran necesidad de que con urgencia se alcance la paz mundial. `'Creo que ha llegado el momento de que todos, religiosos o no, trabajemos juntos, dialoguemos para responder al desafío de lograr la paz y la coexistencia pacífica, pues tenemos una deuda con las generaciones futuras de transmitirles un mundo más reconciliado, participativo y distinto al que vivimos hoy'', concluyó. Kobia, quien cumplimientó una invitación del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), fue despedido por Caridad Diego, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central; Rhode González, presidenta del CIC, y el reverendo Héctor Méndez, miembro del Comité Central del CMI.
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El representante religioso condenó el bloqueo estadounidense a Cuba, y el terrorismo en todas sus manifestaciones.
