WASHINGTON, 2 de agosto (PL).
— El presidente estadounidense, George W. Bush, promulgó hoy la
entrada en vigor del Acuerdo de Libre Comercio con Centroamérica y
Republica Dominicana (CAFTA-RD), pacto mercantil rechazado por
sectores populares de ambos polos del tratado.
En una breve ceremonia en la Casa
Blanca, el gobernante resaltó los beneficios que —en su opinión—
traería el convenio para su país, al ser eliminados en el istmo
los aranceles a los productos norteamericanos.
Según Bush, "CAFTA-RD creará
más empleos y oportunidades a los ciudadanos estadounidenses, y
ayudará a las democracias de América Central y República
Dominicana", criterio con el que difieren líderes sindicales
norteños.
De acuerdo con Elizabeth Drake,
dirigente de la AFL-CIO, hoy es un día triste para los trabajadores
en Estados Unidos y las naciones centroamericanas, ya que sufrirán
los mismos efectos negativos que ha generado NAFTA (acuerdo
comercial con México y Canadá).
"Aquí hemos perdido más de un
millón de empleos, en México los salarios reales han caído, los
agricultores han perdido tierras, es un modelo fracasado",
aseguró Drake, en declaraciones a la televisora CNN.
La líder sindical manifestó que
CAFTA-RD no es un simple acuerdo mercantil, sino un pacto de mayor
alcance, dirigido a viabilizar los intereses de las empresas
multinacionales, enmascarado tras las palabras de democracia,
libertad comercial y progreso.
El proyecto de ley que da vida al
tratado provocó candentes debates en el Congreso estadounidense,
donde un buen número de legisladores lo rechazó.
En la Cámara de Representantes la
iniciativa fue aprobada por un estrecho margen de 217 votos contra
215, luego de que Bush sobornara a varios diputados para obtener su
apoyo, según reveló la líder de la minoría demócrata Nancy
Pelosi.
Los críticos del CAFTA-RD aseguran
que el acuerdo —en tiempo no muy lejano— provocará una
avalancha de inmigrantes hacia Estados Unidos.
El balance de votos en la Cámara
baja evidenció la polarización de fuerzas en el legislativo
norteamericano, donde 25 miembros del oficialismo dijeron no a la
iniciativa, por temor a los efectos que tendrá para la agricultura,
y las industrias azucareras y textiles, entre otras.
Antes de someter el proyecto de ley a
escrutinio, Bush y el vicepresidente Richard Cheney se reunieron a
puerta cerrada con el caucus republicano de la Cámara de
Representantes por más de una hora.
En la plática, el mandatario
realizó "ofertas cuestionables" a los congresistas, entre
ellas la construcción de infraestructura, el mantenimiento de bases
militares y otros beneficios económicos en sus distritos.
Medios de prensa como el influyente
diario The Washington Post confirmaron ese plan.
El CAFTA-RD fue ya ratificado por los
congresos de El Salvador, Honduras y Guatemala. Restan aún Costa
Rica, Nicaragua y República Dominicana.
En Ciudad Guatemala, Managua y San
Salvador han tenido lugar las mayores protestas contra el pacto
mercantil, ya que pondrá a frágiles economías a competir con la
mayor potencia económica del mundo.