Pide EE.UU. a iraquíes concluir redacción
de nueva Constitución

BAGDAD, 27 de julio (PL). — El secretario norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld, pidió hoy a las autoridades iraquíes que concluyan a la mayor brevedad posible la redacción de una nueva Constitución del país.

Ese documento, que en principio era redactado por legisladores de las dos ramas del Islam en Iraq, chiítas y sunitas, y de la etnia kurda, ha enfrentado tropiezos por la retirada de los segundos.

Sin embargo, se prevé que el borrador de la nueva Carta Magna este listo para el 15 de agosto.

Rumsfeld, quien arribó sorpresivamente este miércoles a Bagdad para una visita relámpago a este país, proveniente de Tajikistan, consideró que sería perjudicial un retraso en ese sentido.

Durante su estancia el Secretario de Defensa aprovechó para acusar una vez más a Irán y Siria de interferir en los asuntos internos de Iraq.

En ese contexto se realizó una conferencia de prensa conjunta entre Rumsfeld y el primer ministro interino iraquí Ibrahim al-Jaafari.

Al-Jaafari sorprendió a los periodistas al pedir una aceleración de la retirada de las tropas de Estados Unidos, pero no sin antes capacitar a las fuerzas de seguridad iraquíes y, en segundo lugar, establecer una estrecha coordinación entre la coalición encabezada por Washington y el gobierno de Bagdad.

Por su parte, Rumsfeld dijo que no hay un calendario exacto para el retiro de las tropas, pero acotó que existe el deseo de que suceda lo más rápidamente posible.

En este sentido, el general George Casey, el jefe militar estadounidense de mayor jerarquía aquí, opinó que el repliegue de las fuerzas bajo su mando podría comenzar en abril o mayo de 2006, de no crecer la insurgencia.

Esto contradice a Rumsfeld, quien había dicho recientemente que las tropas estadounidenses podrían permanecer en Iraq hasta 12 años para poder acabar con la resistencia.

Con todo, tanto al-Jaafari como Casey subrayaron que la condición para el cumplimiento de ese proyecto pasa por la efectividad de los golpes que se le propinen a los rebeldes, que según la cúpula militar norteamericana no muestran señales de debilitamiento.

 

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