PARIS, 22 de julio (PL).—
El SIDA provocó el retroceso de la esperanza de vida en África
austral a sólo 48 años, se informó hoy en el Congreso Mundial de
Demografía en Tours, centro de Francia.
En Botswana, donde el 36 por ciento
de sus habitantes padecen de SIDA, la esperanza de vida cayó de 65
años, durante los años 1985 y 1990, a sólo 37 años entre el 2000
y el 2005.
Los expertos reunidos aquí dijeron
que la pandemia transforma la estructura social de esos países.
Producto del SIDA las mujeres
africanas se convierten a menudo en cabezas de familia, alegaron los
especialistas Enid Schatz y Catherine Ogunmefun, quienes realizaron
un estudio de las féminas en Sudáfrica.
Ellas se ocupan de los enfermos, de
los hijos de estos y de los huérfanos, afirmaron los universitarios
sudafricanos.
Igualmente, el SIDA también
incrementa astronómicamente el número de huérfanos, así como
hace crecer la recesión económica y causa la disminución de la
población activa calificada.
En Sudáfrica, donde un 21,5 por
ciento de los habitantes entre 15 y 49 años sufren ese mal, las
mujeres sexagenarias enfrentan solas la responsabilidad de atender a
hijos y nietos.
Otra consecuencia de la pandemia en
ese último país es la muerte prematura de mujeres en edad fértil,
generando una reducción sustancial del número de niños.