Millares de italianos amenazados por el calor

ROMA, 27 de junio (PL).— El ministro de Salud, Francesco Storace, lanzó hoy un dramático llamado a la población italiana para que acate el programa de prevención de la Protección Civil, ante la eventualidad de que millares de personas mueran a causa del calor.

Las temperaturas en la península italiana están en torno a los 40 grados Centígrado a un mes de que comience la canícula, la temporada del año —entre julio y septiembre— en que se registra el mayor calentamiento ambiental.

La ola de calor ya causó la muerte este fin de semana de seis ancianos por paro cardiorrespiratorio, mayormente en zonas del norte del país, donde usualmente no suelen registrarse tan altas temperaturas.

Ayer, por ejemplo, en Turín, los termómetros se acercaban a los 40 grados Celsius a la sombra, una temperatura similar a la que había en Roma, en tanto en Bolonia (centro-norte) la columna de mercurio se acercaba a los 38 grados.

Storace advirtió que más de un millón de personas viven bajo la amenaza de diversas afectaciones por causa del calor, cuyo origen se atribuye a un anticiclón cargado de aire caliente que proviene del norte de África y cuyos efectos se están sintiendo hasta en las estribaciones de los Alpes italianos.

El Ministro anunció la puesta en marcha de nuevas medidas para evitar los casi 20 mil muertos que provocó una ola de calor que azotó en agosto de 2003 el centro y suroeste de Europa.

La cifra ofrecida por el Instituto Nacional de Estadísticas es muy superior a la de ocho mil fallecidos que indicaron entonces las fuentes oficiales.

El fenómeno causó millares de muertos en Gran Bretaña, Francia, España, Portugal, Italia y otros países, en particular ancianos con padecimientos crónicos, que vivían solos con insuficiente ventilación y un nivel de vida precario.

Al dar cuenta el domingo de su plan de prevención, en el cual participa el Ministerio de Salud, la Protección Civil advirtió que lo peor está por venir porque los servicios meteorológicos prevén más altas temperaturas.

En consecuencia recomienda a la población a abstenerse de salir a la calle y de hacer ejercicios físicos en horas del mediodía, y por otro lado, beber mucha agua y comer frutas para mantener la hidratación.

Como consecuencia de la sequía y el calor se han reducido los niveles de los embalses de agua, ríos, lagos y pantanos, con grave riesgo para la agricultura, además de afectar la generación de electricidad y la transportación fluvial.

Las altas temperaturas están provocando también incendios forestales, de los cuales ocho fueron reportados ayer sólo en la isla de Cerdeña.

 

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