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Hace 25 años en
Varadero
Biblioteca en la
Playa Azul
Marta
Rojas
Para
mí y un colega resultó una sorpresa encontrarnos en la biblioteca
municipal de Varadero José Smith Comas. Acostumbrados a leer
promociones turísticas, eventos, proyecciones e inauguraciones de
obras para ese importante sector económico, no imaginamos que un
mediodía podría estar repleta de público la sala de conferencias
de ese centro cultural en el corazón de Varadero, a unos cien
metros de la Playa Azul, y que los asistentes al programa de
presentación y comentarios de libros fueran todos vecinos naturales
de ese municipio, que incluye a la comunidad de Santa Marta.
Hace 25 años en
Varadero se abrió al pueblo la biblioteca para comenzar a ofrecer
consultas bibliográficas, refe-rencias y préstamos externos e
internos de libros a los interesados. Los primeros beneficiados
fueron trabajadores del municipio y estudiantes. Para días como
estos, se ampliaron los programas. Hoy la José Smith Comas honra al
joven matancero, expedicionario del Granma, cuyo nombre distingue
con una Sala Juvenil, de temas generales y de literatura, una
sección de extensión bibliotecaria, y otros departamentos de
procesos técnicos, así como un espacio para el Club Minerva. A lo
largo de un cuarto de siglo, la Biblioteca se ha proyectado hacia su
entorno, realizando actividades de conjunto con instituciones
culturales del propio municipio, de Cárdenas e incluso de la ciudad
de Matanzas.
La acertada labor de las
bibliotecarias ha merecido el reconocimiento del Poder Popular, de
organizaciones de masas, y algunas instituciones del turismo por su
tesón. Nada fácil le ha sido a la biblioteca pública de Varadero
mantenerse, incrementar los servicios y atraer público a sus
programas que han incluido visitas de destacados intelectuales, para
presentar sus obras u ofrecer conferencias. Entre ellos se destacan,
Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí) Premio Nacional de Literatura, y
las especialistas doctoras María Dolores Ortiz y Martha Terry,
entre una docena de escritores y artistas plásticos, que
generosamente han dado su aporte al programa de conferencias.
En un comentario
solicitado por Granma, apunta su directora, la licenciada
Daysi Fernández : "Nos sentimos con el entusiasmo del primer día.
Al trabajo con los jóvenes, para que amen la lectura, se agrega
ahora el que hacemos con la Cátedra del Adulto Mayor. Nuestra mayor
fiesta es existir como institución cultural y continuar ampliando y
enriqueciendo el valor del fondo que poseemos y los servicios que
prestamos".
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