Un reverdecimiento de los pastos y
plantíos provocaron los aguaceros de los últimos días en la
provincia de Ciego de Ávila, en lo que se considera la antesala de
una temporada lluviosa con la entrada del sexto mes del año.
Desde el 20 de mayo se registran
precipitaciones en los 10 municipios, con niveles significativos en
el sur y centro del territorio, que van de 97 milímetros, en una
jornada en el pueblo de Modesto Reyes, a 122 en la zona de
Guayacanes.
Especialistas en Meteorología
consideran que están dadas las condiciones climáticas para que
continúen las lluvias, las cuales han sido numerosas en más del 60
por ciento de la provincia.
Los cultivos varios y la ganadería
son los sectores más beneficiados hasta la fecha, aunque todavía
suman más de 25 mil las cabezas de ganado vacuno que reciben agua
en pipas, y las presas continúan deprimidas por la intensa sequía
de los meses anteriores.
Las plantaciones más favorecidas con
los recientes aguaceros son las de plátano, cítricos, tubérculos
y hortalizas, en tanto los pastizales aumentan por día para
satisfacción de los pecuarios, al notarse ya un incremento en la
producción lechera, afectada seriamente aquí en el 2004 en casi un
millón de litros.
Debido a la escasez más prolongada
de lluvias en los cuatro decenios pasados, los avileños
establecieron la reducción del horario de bombeo de agua potable
desde los pozos abastecedores hasta las redes, además de instalar
metros contadores en centros altamente consumidores.
La reducción de las reservas del
vital líquido condujo a la división por sectores de las ciudades,
para facilitar la distribución equitativa y su llegada a los
lugares de mayor prioridad, como los hospitales.
También se construyeron pozos y
fueron puestos en funcionamiento unos 500 molinos de viento para el
bombeo al ganado bovino, al tiempo que fue regularizado el
suministro de miel de caña de azúcar ligada con forraje, como
pienso único de elevado potencial nutritivo, además de hollejos de
naranja.
La situación avileña ya no es tan
crítica como la de Camagüey y provincias orientales, aunque sus
dos cuencas hidrográficas acumulan poco más de 500 millones de
metros cúbicos, de unos 963 millones de capacidad.
(AIN)
Las recientes lluvias en la zona
oriental favorecieron la cosecha de miel en la provincia
santiaguera, una de las más afectadas por la mayor sequía que ha
azotado a Cuba en la última centuria.
Estas precipitaciones aceleraron la
floración de varias especies en los meses de abril y mayo, lo que
ha permitido resarcir los atrasos acumulados por el territorio y
elevar los volúmenes de acopio del néctar.
Aparejado a ello, se lleva adelante
el crecimiento vertical y horizontal de las colmenas y el traslado
de varios miles hacia las zonas más beneficiadas por las lluvias,
así como un impulso en la cría de abejas reinas, vitales en la
producción.
Destaca en la provincia santiaguera
que más del 50 por ciento de la miel tiene la categoría de
ecológica, pues se cuenta en el territorio con cinco municipios
certificados con esa distinción.
A pesar de la sequía, los
apicultores de la provincia santiaguera tienen previsto acopiar unas
540 toneladas del néctar este año, cifra superior en cuatro por
ciento a lo alcanzado en el 2004.