El barrio manda

Desde hace 28 años Alejandro Alvariño es delegado de una circunscripción, responsabilidad que mantendrá mientras "tenga fuerzas y el pueblo lo decida"

Ortelio González Martínez

Foto: NOHEMA DÍAZ MUÑOZCIEGO DE ÁVILA.—Hace más de tres décadas las calles del barrio eran de tierra. Había menos antenas de televisión. Menos ollas de presión esparcían su vapor. Pocos teléfonos en las viviendas que, dispuestas a cada lado de las callejuelas, se empinaban con desgano.

Alejandro Alvariño Armentero —Alvariño para todos en el barrio— es un hombre feliz, no por lo que ha recibido; más bien, por lo que ha dado. Tiene el privilegio de ser uno de los nueve delegados de circunscripciones que en esta provincia aún permanecen en activo desde el primer mandato, hace 28 años.

Casi tres decenios de sus 73 años de edad los ha dedicado a ese servicio. Cuando tenía 44, las masas lo eligieron para delegado de circunscripción. Entonces se vio en una segunda vuelta con Teresita Martínez. Es la única vez que ha ido a una segunda vuelta. En las demás siempre fue electo en la primera.

Pero como el pueblo es el que decide y dice: Este es el que nos representará, Alvariño, Hijo Ilustre de la Ciudad, todavía se mantiene como delegado de la circunscripción número ocho, ubicada en el área del Consejo Popular Pedro Martínez Brito, de la ciudad de Ciego de Ávila. Y por los bríos y la energía que conserva, no es una exageración afirmar, según él mismo reconoce, que seguirá "hasta que tenga fuerzas y el pueblo lo decida".

El Primero de Enero de 1959 ya pertenecía al Movimiento Revolucionario 26 de Julio. Yo puse mi granito de arena en el proceso que construimos, dice.

Antes de seguir hablando del presente dio un salto al pasado. Claro, solo en el recuerdo, pues es uno de los millones de convencidos de que el ayer, ni mencionarlo es bueno, "aunque tengo la memoria fresca", afirma.

En ese momento recordó que todavía guarda las cédulas de las elecciones de 1958. "Me las eché en el bolsillo y no voté. Por aquella época, en el hotel Santiago-Habana, donde yo trabajaba, había 38 empleados y 23 estábamos comprometidos con la Revolución. ¿Cómo iba yo a votar? ¿Por quién?"

"Al ayer de sometimiento es al que pretenden hacernos regresar Bush y su camarilla de la mafia de Miami con el llamado plan de transición para una Cuba libre. Claro, les saldrá el tiro por la culata."

A Alvariño se le encienden los ojos cuando afirma que "el sistema político cubano posee un carácter tan democrático que un delegado puede hasta llegar a ser miembro del Consejo de Estado. ¿En qué otro país se ve eso?"

Y comentamos que hace meses, en los Estados Unidos varios artistas se organizaron para hacer una campaña nacional de ayuda a muchos ciudadanos para que, al menos, fueran reconocidos como electores.

"En Cuba todo esto es muy transparente. En las pasadas elecciones para elegir a los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, los registros primarios de los electores permanecieron en lugares visibles varios días, de manera tal que se pudieran rectificar los errores, y si por equivocación involuntaria alguien no apareció en la lista, con todo derecho pudo solicitar que se le incluyera.

"Durante todos estos años en mi circunscripción construimos más de dos kilómetros de aceras, y alcantarillado, varios parques, cinco viviendas; y a las personas necesitadas, de acuerdo con la disponibilidad, le hemos asignado recursos. También se han entregado cinco locales y seis solares para que los interesados construyan. No es todo lo que se necesita, pero es algo.

"Lo que sí te puedo asegurar es que, aunque no todo tenga solución, sí se debe dar respuesta, por respeto a quienes uno representa. El delegado debe decir siempre la verdad, no andar con cuentos. La gente lo agradece. Uno está comprometido con el pueblo y con la Patria."

 

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