Manifestaciones ocupan La paz

Descartan renuncia del Presidente

Foto: REUTERSLA PAZ, 31 de mayo.—Grandes manifestaciones populares ocuparon virtualmente esta capital y asediaron la Plaza Murillo, para exigir atención a sus demandas, mientras surgen dudas sobre una sesión parlamentaria en la cual deben ser tratadas.

Enormes columnas de vecinos y sindicalistas del cercano municipio de El Alto, maestros, mineros, jubilados, estudiantes y de otros sectores, coparon no solamente el centro de la capital, escenario de protestas desde el 16 de mayo, sino también en barrios cercanos.

Los manifestantes, entre los que hay muchas mujeres y niños, paralizaron con bloqueos de calles las zonas de Miraflores, Sopocachi y San Jorge, cercanas al centro, y hasta amagaron sobre los residenciales barrios de la zona Sur.

Una reunión entre el cuerpo diplomático y miembros del Gobierno, con carácter de coordinación ante la crisis reinante, fue suspendida al parecer porque los bloqueos impiden acceder a la sede de la cita, la Nunciatura, en la zona de San Jorge.

La policía se vio rebasada por verdaderas marejadas humanas que una radioemisora comparó con una enorme mancha que se extendió por toda la ciudad y paralizó totalmente todas las actividades, pues fueron cerradas tiendas y oficinas.

Los uniformados concentraron sus esfuerzos en torno a la Plaza Murillo, símbolo del poder y sede de la presidencia y el Congreso, en torno a la cual formaron una especie de anillo de seguridad, con barricadas de hierro y numeroso personal.

Gran número de manifestantes rodeó la plaza en un perímetro de dos cuadras a la redonda, hasta donde la Policía permite el acceso, y dijeron que mantendrán una vigilia para que el Parlamento atienda las demandas sociales, principalmente la convocatoria de una Asamblea Constituyente.

En medio del asedio, algunos parlamentarios dijeron que no hay garantías para la crucial sesión del Congreso, que además debe fijar fecha de un referendo autonómico cuyos promotores consideran antagónico a la orientación de las protestas sociales.

Otros legisladores replicaron que las manifestaciones no les impidieron llegar al Parlamento, y el diputado Oscar Arrien negó en declaraciones a Prensa Latina haber sido agredido por marchistas, como dijo una radioemisora.

El prefecto (gobernador) de La Paz, Nicolás Quenta, denunció un posible "complot" para que el Congreso no se reúna y llevar la sesión a otra ciudad, intento que atribuyó a legisladores de los departamentos (provincias) de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, que promueven el referendo.

 

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