Un chofer suicida lanzó su vehículo cargado de explosivos contra la caravana de agentes que vigilaban la zona, aledaña al área residencial de Alwiyah, apuntó la primera versión del suceso.

Otra, también apoyada por testigos y por el capitán de la Policía Husham Ismael, se refirió a que el coche permanecía aparcado y estalló cuando le investigaban los artificieros.

También los balances de las bajas resultaron contradictorios al principio, pero el sitio web árabe Al Bawaba confirmó que fueron seis los policías muertos en la operación.

La detonación que destrozó por lo menos a otros tres vehículos, tuvo lugar cerca de una escuela para jovencitas y afectó a varios centros comerciales, ampliaron medios de prensa.

Este atentado es parte de una escalada insurgente para enfrentar el interés gubernamental de ganar credibilidad, lo que sería mantener bajo control a este país.

Los ataques con bombas causaron alrededor de 70 muertos en lo que va de semana. La víspera fueron reportados oficialmente 62 fallecidos, 35 de ellos como consecuencia de un doble atentado.

Según las autoridades, 35 personas murieron y otras 25 recibieron lesiones cuando dos coches bomba se lanzaron anoche contra un grupo de personas en Tall Afar.

Una fuente del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) dijo que esos vecinos del barrio Mualimin estaban en el lugar para ayudar a dos familias que fueron blancos de ataques con morteros.

Abdel Ghani Al Yahia, dirigente del PDK, hizo énfasis en la gravedad del suceso ahora, cuando crecen las tensiones en esa región por diferencias territoriales entre kurdos, árabes y turcomanos.

En el propio barrio de Mualimin residen ciudadanos de diversas comunidades étnicas.