Las profanaciones del Corán por tropas yankis 
son una rutina

WASHINGTON, 18 de mayo.— Noticias sobre profanaciones del Corán por soldados estadounidenses, como las divulgadas por la revista Newsweek, fueron publicadas durante más de dos años, recuerda hoy un artículo del diario The Washington Post, reportó PL.

La columnista Carol Leonning se muestra sorprendida por la alarma desatada en la Casa Blanca y el Pentágono ante la historia narrada por el semanario, cuyo director fue obligado a retractarse de divulgar esa información.

"Medios de prensa norteamericanos y extranjeros han emitido reportes similares durante más de dos años, a partir de testimonios de prisioneros y otros testigos de las profanaciones al libro sagrado musulmán", en la base naval de Guantánamo, señala el artículo.

The Washington Post recuerda el caso del capellán estadounidense James Yee, quien fue sometido a un proceso de investigación por supuestas actividades de espionaje en ese enclave, territorio cubano ocupado por Washington en contra de la voluntad del pueblo y de las autoridades de la Isla.

En su defensa, Yee denunció que los detenidos llevaron a cabo una huelga de hambre en el 2002, debido a los maltratos a que eran sometidos por los guardias y a las profanaciones del Corán.

La protesta acabó cuando los militares estadounidenses pidieron disculpa a través de los altavoces, pero las profanaciones del texto espiritual del Islam continuaron.

Erik Saar, traductor del ejército que escribió un libro sobre los maltratos a reos en Guantánamo, dijo en entrevistas con medios de prensa que durante las requisas en las celdas los guardias arrojaban el Corán al suelo para pisotearlo.

Testimonios de ex detenidos en esa prisión y en Afganistán, reflejados en medios de comunicación, dan cuenta de cómo ejemplares fueron lanzados al piso, estropeados, e incluso echados en los inodoros.

"Ellos rasgaron el Corán en pedazos delante de nosotros, lo tiraron en el retrete", manifestó en junio del 2004 a la televisión rusa Aryat Vahitov, tras ser liberado de Guantánamo.

Otro ex reo, Abdallah Tabarak, reveló a un periódico marroquí en diciembre último que vio a los guardias lanzar ejemplares del libro a las letrinas.

Este martes, un prisionero afgano denunció que las injurias al Corán eran una rutina en la base de Guantánamo.

"Los soldados norteamericanos botaban el Corán al suelo, lo pisoteaban y se jactaban delante de los presos", dijo a la televisión paquistaní Abdul Rahim, liberado hace tres semanas de ese enclave.

El lunes pasado, bajo presión del Pentágono, el semanario Newsweek se retractó de revelar incidentes como esos, que generaron una ola de protestas en los países musulmanes, sobre todo en Afganistán.

 

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