Una matrícula de 128 alumnos tienen
los salones creados en el país para niños y jóvenes sordociegos,
como parte del programa educacional "Defendiendo la
esperanza", iniciado en Cuba en 1999.
La licenciada Tatiana Chkout,
metodóloga del Ministerio de Educación, dijo a la AIN que el 40
por ciento de esos educandos tienen de cero a seis años de edad,
pues resulta muy importante la atención temprana de ellos.
Apuntó que el objetivo fundamental
de estos establecimientos consiste en mejorar la calidad de vida de
los discapacitados y buscarles su lugar en la sociedad con el
concurso de la familia y la comunidad.
Laboran en los 13 salones alrededor
de un centenar de maestros, quienes fueron preparados en seminarios
y otros eventos, los cuales contaron con el apoyo de instituciones
internacionales, tales como la Escuela Hilton-Perkins, de Estados
Unidos, y el proyecto Handicap, de Bélgica.
Cada estudiante tiene sus
características individuales, de acuerdo con sus posibilidades y si
posee o no residuos visuales o auditivos, acotó la especialista.
Subrayó que el problema principal de
esas personas con la doble discapacidad es la comunicación, y para
facilitarla se emplean sistemas según las peculiaridades de cada
caso, entre ellos, el lenguaje de señas, el método Tadoma y el
Mano sobre mano para los más pequeños.
Entre las principales causas de
sordoceguera en Cuba están la prematuridad y los Síndromes de
Usher y Norrie, y la provincia cubana con un mayor número de casos
es Granma, explicó la metodóloga Chkout.
(AIN)